Un nuevo enfoque terapéutico liderado por una investigadora española utiliza un conjugado de proteínas para que el propio sistema inmune produzca anticuerpos contra la inmunoglobulina E o IgE, principal desencadenante de las reacciones alérgicas graves. Ha funcionado según lo previsto en modelos murinos.
Una investigación publicada en Nature Communications detalla cómo una variante del genotipo GII.17 ha logrado reemerger y expandirse desde 2023 gracias a mutaciones que refuerzan su capacidad de transmisión y le permiten esquivar mejor la respuesta inmunitaria. El trabajo sitúa a la proteína VP1 como pieza central en la adaptación del virus y en el diseño de futuras vacunas.