La flexibilidad en lo que comen estos animales hace que su rol ecológico pueda variar, lo que ayudaría a mejorar la capacidad de los ecosistemas de resistir y adaptarse a los grandes perturbaciones en el clima.
Un equipo del CNIC ha descubierto que los neutrófilos, células clave en la inflamación, siguen un reloj interno que regula su comportamiento a lo largo del día. Este mecanismo circadiano influye en el daño que sufre el corazón tras un infarto y abre una vía a terapias que limiten la agresividad celular.