Un equipo del CNIC ha descubierto que los neutrófilos, células clave en la inflamación, siguen un reloj interno que regula su comportamiento a lo largo del día. Este mecanismo circadiano influye en el daño que sufre el corazón tras un infarto y abre una vía a terapias que limiten la agresividad celular.
Un estudio diseña una estrategia para, por primera vez, controlar los niveles de proteínas en distintos tejidos de un animal vivo a través de una hormona vegetal. El avance contribuirá al estudio de las bases moleculares del envejecimiento y de la enfermedad.