El análisis internacional se ha llevado a cabo con casi 18 000 pacientes. Los resultados demuestran que estos fármacos no reducen la mortalidad ni el riesgo de nuevos eventos cardiovasculares en la mayoría de pacientes.
El Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha lidera un metaanálisis con datos de 17 801 pacientes que confirma que los betabloqueantes, uno de los tratamientos más extendidos tras un infarto, no aportan beneficios en quienes mantienen una función cardiaca normal (fracción de eyección ≥50%).
El estudio reúne información individual de cinco ensayos clínicos realizados en Europa y Japón y se publica en The New England Journal of Medicine.
En el análisis, la mitad de los pacientes recibió betabloqueantes y la otra mitad no. Tras casi cuatro años de seguimiento, el 8 % sufrió algún evento cardiovascular grave (muerte, nuevo infarto o insuficiencia cardiaca), sin diferencias entre grupos. Tampoco hubo beneficios en mortalidad, reinfartos, insuficiencia cardiaca ni arritmias, independientemente de edad, sexo o tipo de betabloqueante.
“Esto muestra que no hay ningún subgrupo de pacientes postinfarto con función cardiaca normal que se beneficie de betabloqueantes”, señala Xavier Rosselló, científico del CNIC y coautor del trabajo. El análisis también descarta un posible efecto adverso en mujeres observado en el ensayo REBOOT.

Estos resultados no significan que se haya tratado mal a los pacientes, sino que la mejora en el manejo del infarto hace que los betabloqueantes ya no sean necesarios en este grupo

El impacto clínico es enorme: hoy, el 70 % de los pacientes que sufren un infarto tienen función cardiaca normal. Borja Ibáñez, director científico del CNIC, subraya que “estos resultados no significan que se haya tratado mal a los pacientes, sino que la mejora en el manejo del infarto hace que los betabloqueantes ya no sean necesarios en este grupo”.
Los betabloqueantes siguen siendo esenciales en pacientes con fracción de eyección reducida (<50%) o con insuficiencia cardiaca crónica y arritmias. Nadie debe suspender el tratamiento sin consultar con su médico, ya que puede haber otras indicaciones.
Durante más de 40 años, todos los pacientes postinfarto recibían betabloqueantes de por vida, basándose en estudios de los años 70 y 80.
El nuevo metaanálisis confirma el cambio de paradigma iniciado por el ensayo REBOOT: los pacientes con función cardiaca normal no obtienen beneficio. Valentín Fuster destaca que “este es uno de los cambios más importantes en la cardiología de las últimas décadas”.
El estudio, financiado por instituciones de España, Suecia, Noruega, Dinamarca y Japón, tendrá un impacto inmediato en las guías clínicas internacionales.
Referencia:
Kristensen, A. M. D. “Beta-blockers after myocardial infarction with normal ejection fraction”. The New England Journal of Medicine, 2025