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Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y del Reino Unido ha conseguido estimar la cantidad de amoniaco que libera a la atmósfera una colonia de casi 40.000 pingüinos y su efecto en ecosistemas cercanos. En concreto, 43 kg al día, una cantidad similar a la que emiten medio millón de pollos en una granja.
El investigador Mark Theobald, del grupo de investigación Contaminación de Agrosistemas por las Prácticas Agrícolas (COAPA) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha llevado a cabo un estudio en colaboración con científicos del Reino Unido en una colonia de 39.000 pingüinos Adélie de la Antártida.
Los resultados obtenidos muestran que estos animales emiten cada día 43 kg de amoniaco, una cantidad similar a la liberada a la atmósfera por una granja intensiva de pollos con medio millón de aves en su interior, según publican en la revista Atmospheric Environment.
Los pingüinos, como todos los seres vivos liberan amoniaco, a la atmósfera. En el caso de estos animales, parte del nitrógeno que ingieren a partir de los peces que comen es emitido al aire como amoniaco (NH3). De hecho, las grandes colonias de pingüinos pueden emitir más que las granjas intensivas de ganado, con la diferencia de que los primeros se suelen localizar en ecosistemas prístinos, poco alterados. Esta circunstancia permite a los investigadores explorar los procesos físico-químicos que rodean a la emisión de esta molécula, y su ulterior depósito en ecosistemas cercanos, en una suerte de 'laboratorio del mundo real.
El NH3 transportado por las corrientes de aire supone el desplazamiento de nitrógeno desde las colonias de pingüinos a ecosistemas sensibles al exceso de dicho elemento. Se trata de algo parecido a añadir fertilizante a estos ecosistemas, lo que puede ocasionar daños irreparables. En el caso de los pingüinos, este es un hecho ligado a una situación natural, pero muy similar a lo ocurrido con el NH3 emitido desde las granjas de producción intensiva situadas en las cercanías de ecosistemas sensibles.
Modelos de dispersión
El primer paso para entender estos procesos es cuantificar el NH3 producido por los pingüinos. Los investigadores midieron la concentración de amoniaco en varios puntos en torno a la colonia para a continuación estimar, mediante modelos de dispersión que simulan los movimientos del aire en la atmósfera, la cantidad de NH3 emitido por los animales.
Este tipo de modelos se emplea normalmente para predecir los impactos de la contaminación atmosférica mediante la simulación del flujo de gases o partículas desde una fuente a un receptor (persona o ecosistema). Sin embargo, los mismos modelos pueden predecir la emisión a partir de un dato de concentración medida en una localización concreta (modelización inversa).
El conocimiento de la cantidad de amoniaco emitida por estas colonias de pingüinos es el primer paso en el camino a saber cómo las grandes cantidades de NH3 liberadas por estos animales pueden afectar a ecosistemas cercanos, y como estos sistemas sensibles responden ante eventos de contaminación atmosférica como la asociada a las emisiones de esta molécula.