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El hallazgo será publicado en diciembre en la revista ‘Archeologia medievale’

Descubierto un poblado medieval fortificado en Arganzón

El Grupo de Investigación en Patrimonio y Paisajes Culturales de la Univerisdad del País Vasco (UPV/EHU) ha descubierto un poblado medieval fortificado junto al castillo de Arganzón (Burgos). El lugar, que fue ocupado en el siglo IX o X, se puede considerar como un centro señorial de gran entidad ya que está construido a modo de “encastillamiento”, un estilo que hasta la fecha en España sólo se le había reconocido arqueológicamente al castillo de Treviño (Burgos).

Poblado medieval Puebla Arganzón. Imagen: UPV/EHU.

Durante los meses de septiembre y octubre el castillo de Arganzón ha sido objeto de una intervención arqueológica que ha revelado la existencia en este lugar de un importante poblado medieval. Los resultados de la investigación que ha desarrollado el grupo de investigación Patrimonio y Paisajes Culturales de la UPV/EHU se publicarán en la edición de diciembre de la revista Archeologia medievale bajo el nombre “Incastellamento nella valle dell’Ebro nel X secolo: il castello di Treviño, Archeologia Medievale XXXVIII”.

El poblado medieval encontrado en las excavaciones consta de un importante número de edificios, entre los cuales se pueden destacar una gran torre rectangular realizada con muros de unos dos metros de anchura, y que se conserva en una altura de unos tres metros, así como un edificio residencial de sillarejo de carácter residencial. Además, se han podido recuperar numerosos materiales de uso cotidiano como cerámica o restos de comida, así como algunos metales entre los que se incluyen monedas, elementos de adorno personal u otros.

A falta de una datación más exhaustiva, podría situarse la fundación de Arganzón entre los siglos IX y X y puede que su primera ocupación tuviera un carácter defensivo. De hecho, una fuente árabe narra como en el 801 el ejército dirigido por el hermano del emir cordobés al-Hakam fue derrotado en el desfiladero de Arganzón cuando venía a atacar Álava y Castilla, por lo que de demostrarse finalmente esta circunstancia, Arganzón sería uno de los castillos más antiguos localizados en el País Vasco y su entorno.

El enclave de Arganzón constaba de un reciento fortificado en la edad media que englobaba tanto el castillo, como el pueblo campesino. Este estilo constructivo se conoce con el nombre de “incastellamento” o “encastillamiento” del poblamiento y se inscribe dentro de un modelo señorial existente en otras zonas de Europa, pero que en España hasta la fecha sólo se le había reconocido arqueológicamente a Treviño. El asentamiento de Treviño también fue descubierto por el Grupo de Investigación en Patrimonio y Paisajes Culturales de la UPV/EHU entre 2007 y 2009.

De poblado a castillo medieval

En torno al año mil el lugar fue completamente transformado con la construcción de una serie de edificios de gran porte así como un poblado próximo. A esa época pertenecen varios de los edificios más significativos encontrados, como la torre rectangular de tres metros de altura y el edificio de sillarejo de carácter residencial.

Hacia el año 1350 se produjo el abandono del pueblo y el desmontaje de las estructuras anteriores que permitieron obtener material para realizar nuevas edificaciones siendo entonces cuando el lugar se transformó propiamente en un castillo. Se fechan en esa época la gran torre conservada en la actualidad, un recinto fortificado de gran altura y un profundo foso de unos cinco metros de anchura.

El castillo estuvo en uso hasta el final de la Edad Media, y posteriormente su estructura se fue deteriorando de tal forma que los viajeros del siglo XVII que atraviesan el paso de Arganzón lo recuerdan como un viejo castillo. Durante las guerras carlistas del siglo XIX su torre fue reutilizada como punto de control de las comunicaciones y del acceso por el paso de Arganzón hasta que se produjo su abandono definitivo.

En la actualidad, el castillo se conserva en estado ruinoso y con anterioridad a esta intervención era perfectamente visible desde la Nacional 1, a la altura de las Conchas de Arganzón, una de sus torres formada con rellenos masivos de estructuras de edificios preexistentes, así como una cisterna excavada en la roca con el fin de almacenar el agua de lluvia.

La intervención que se ha desarrollado este año y que ha desvelado la presencia del poblado medieval fortificado se prevé que continúe el próximo año con el objeto de conocer mejor el origen y desarrollo de este enclave medieval.

El proyecto arqueológico ha estado dirigido por Juan Antonio Quirós, catedrático de Arqueología del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la UPV/EHU y en él han participado los miembros y colaboradores del grupo Patrimonio y Paisajes Culturales de la UPV/EHU Lorena Elorza, Sonia Gobbato, Carlos Tejerizo, Itsaso Sopelana, Begoña Hernández, Sandra Arroyo, Alain Sanz y Luis García. La intervención ha sido financiada por la Dirección General de Cultura de la Junta de Castilla y León en colaboración del Ayuntamiento de La Puebla de Arganzón.

Fuente: UPV/EHU
Derechos: Creative Commons

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