Descubren que una especie híbrida de tórtolas puede reproducirse

La bióloga holandesa Paula den Hartog ha demostrado que las palomas bastardas se pueden valer por sí mismas. Para aparearse, una tórtola macho debe defender su territorio y atraer a las hembras y por ello, emiten un arrullo diferente al de sus padres. Los científicos han descubierto que este arrullo es funcional.

Den Hartog investigó el papel del arrullo en el proceso de la formación de especies y la hibridación. Determinó el grado hasta el cual las tórtolas macho de diferentes especies reaccionan a los arrullos de las de su propia especie, a los de otras especies y a los arrullos de los híbridos. Con este propósito, grabó los arrullos de diferentes especies de machos y posteriormente reprodujo estas grabaciones en el campo.

La investigadora colocó altavoces en el territorio de una tórtola macho para medir la respuesta de la tórtola a los arrullos de otras tórtolas. Cuando oyen a un macho de su misma especie arrullando en su territorio, la tórtola macho generalmente se acerca al intruso e intenta ahuyentarlo emitiendo sus arrullos, lo que a veces desemboca en pelea.

El macho hace esto para defender su territorio ya que una tórtola macho no puede reproducirse salvo que tenga su propio territorio. Sin embargo, una tórtola macho sólo puede ahuyentar a los intrusos de su territorio si los intrusos pueden ‘entender’ su arrullo y reconocer el mensaje amenazador. Y al contrario, la tórtola macho debe ser capaz también de reconocer los arrullos de los intrusos para comprender que son posibles rivales. Por consiguiente, un arrullo extraño impide una vida sexual de éxito.

De este modo, Den Hartog descubrió que la respuesta de los machos híbridos a los arrullos de las tórtolas híbridas era la misma que su respuesta a las tórtolas de El Cabo y morada. En el área ocupada por las tórtolas híbridas, el arrullo del híbrido es tan eficaz como los arrullos de ambas especies parentales. Además, “el sonido de los arrullos de los machos híbridos puede sonar extraño, pero también suena como el arrullo de una de las especies parentales”, explicó la bióloga.

Capacidad de reproducción

Gracias a estas conclusiones, los investigadores sospechan que “es posible que la especie híbrido sobreviva y se multiplique” porque consiguen un territorio. También existe una gran variación en los arrullos del híbrido. Por consiguiente, parece que los animales híbridos no son siempre más débiles que las especies parentales.

El papel de las tórtolas hembra es igualmente importante. Su cometido consiste en seleccionar al macho más apropiado. Las hembras no siempre se limitan a su propia especie. Pueden incluso tener una preferencia por machos ‘extraños’, y además, las tórtolas no son en absoluto monógamas. Una hembra también se aleja del nido y puede aparearse con un macho de tórtola soltero y llevar a sus crías al nido donde le espera el fiel macho.

La descendencia de cruces entre diferentes especies animales son frecuentemente infértiles o mueren cuando están todavía en el útero. Una mula, por ejemplo, no se puede reproducir. Un híbrido oveja-cabra, el resultado de un cruce entre una oveja y una cabra, generalmente nace muerto. Este tipo de híbridos pueden ser también disfuncionales, por ejemplo, porque los sonidos que hacen son una mezcla de sonidos de ambas especies parentales.