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Este martes se ha completado el sellado y almacenamiento del pequeño cilindro de roca marciana que recogió el vehículo de la NASA el 1 de septiembre. Junto a otras muestras, se traerá a la Tierra en futuras misiones para su análisis.
El pasado 1 de septiembre, el taladro rotatorio del rover Perseverance recogió un núcleo cilíndrico, ligeramente más grueso que un lápiz, del suelo rocoso de Marte. Este martes, los controladores de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA han informado de que ya disponen de todos los datos que confirman este “hito histórico”.
Según muestran las imágenes captadas por la cámara CacheCam del rover, el núcleo está ahora dentro de un tubo de titanio herméticamente sellado, donde permanecerá para poderlo recuperar en el futuro.
A través de una campaña de retorno de muestras marcianas, la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) planean una serie de misiones para, dentro de unos años, traer a la Tierra los tubos de muestras de Perserverance para su estudio. Serán los primeros materiales identificados y seleccionados científicamente que vienen a nuestro planeta desde otro.
El primer núcleo se ha extraído de una roca marciana plana, del tamaño de un maletín, apodada Rochette. Una vez completado el proceso, el brazo robótico de Perseverance maniobró la broca y el tubo con la muestra para que la cámara del instrumento Mastcam-Z pudiera fotografiar el contenido aún sin sellar y transmitir los resultados a la Tierra.
Esta composición de dos imágenes muestra el agujero perforado por Perseverance para recoger la muestra de roca marciana. / NASA/JPL-Caltech
Una vez que los controladores de la misión confirmaron la presencia de la roca extraída en el tubo enviaron una orden para completar el procesamiento. Este martes, Perseverance transfirió la muestra al interior del vehículo para medir y tomar imágenes del núcleo de roca. A continuación, selló herméticamente el contenedor, tomó otra imagen y almacenó el tubo.
"Con más de 3.000 piezas, este sistema de muestreo y almacenamiento es el mecanismo más complejo jamás enviado al espacio", destaca Larry D. James, director interino del JPL.
"Obtener y tener la primera muestra en nuestro haber es un gran hito", añade uno de los científicos de la misión, Ken Farley, del instituto Caltech (EE UU), "y cuando traigamos estas muestras a la Tierra nos van a decir mucho sobre algunos de los primeros capítulos de la evolución de Marte".
Además de identificar y recoger muestras de roca y regolito (roca fragmentada y polvo) mientras busca señales de vida microscópica antigua, la misión de Perseverance incluye el estudio de la región del cráter Jezero para comprender la geología y la antigua habitabilidad de la zona, así como para caracterizar su clima pasado.