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El Centro de Innovación Tecnológica de la automoción (Citean), ubicado en Navarra y miembro de la Red RETECNA, ha llevado a cabo los ensayos de validación de los asientos del nuevo metro de Bruselas, que ha sido fabricado por la compañía española CAF.
Las pruebas se han realizado según la norma francesa NF F31-119, que rige el comportamiento de los asientos ante solicitaciones estáticas, de fatiga, de vibraciones y de impacto. Los ensayos se han efectuado con los asientos sujetos a perfiles reales, que reproducen el montaje tal como se realiza en los vehículos del metro. Se experimentó con el asiento longitudinal de una plaza, el asiento transversal de dos plazas y el estrapontín.
Se diseñaron distintos montajes de ensayo, teniendo en cuenta las fijaciones a los asientos y los puntos de aplicación de la carga. De acuerdo con la norma, se han ejecutado los siguientes tipos de pruebas: ensayos estáticos de carga sobre la estructura y guarnición, ensayos de fatiga de la estructura, del ensamblaje final y de las partes móviles, ensayo de choque sobre la guarnición, y determinación del comportamiento vibratorio para los asientos longitudinal y transversal.
El metro de Bruselas está renovando su flota de trenes y ha elegido el producto de CAF, implantado con éxito en muchos sistemas de metro del mundo. De aquí a 2010, está previsto que la compañía española suministre 15 vehículos, compuestos de hasta seis coches que mantienen un paso diáfano entre ellos y que transportan a casi 750 pasajeros.
La agencia espacial estadounidense volará esta aeronave sobre algunas comunidades para estudiar lo que escucha la gente. De momento, los vuelos supersónicos comerciales sobre tierra están prohibidos por motivos de ruido, pero esto podría cambiar si las pruebas tienen éxito.
Cuando entre en vigor la próxima legislación, ya no servirán las estimaciones de un laboratorio sino los gases liberados por los coches circulando en carretera, según adelanta esta experta española del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea. La química considera que ella y su equipo son el 'brazo' científico del órgano ejecutivo continental, anticipando problemas que permitan avanzar hacia una mejor calidad del aire.
