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Los resultados se presentan hoy en el Congreso Cardiovascular Canadiense de 2010.

¿Es bueno correr una maratón o puede dañarnos el corazón?

Investigadores y corredores de la Fundación para el Corazón y el Derrame Cerebral (Heart and Stroke Foundation) de Canadá han dado con una forma práctica de responder a esta cuestión. A partir de datos de resonancia magnética nuclear (RMI) han elaborado el test del VO2 que puede descubrir lo que sucede en el corazón de alguien que corre un maratón conforme van pasando los kilómetros.

No todo el mundo necesita hacer muchas pruebas antes de entrenar para correr una maratón, pero es importante consultar con el médico el riesgo cardíaco de cada persona. Foto: Ricardo Urturubia.

“Los corredores de maratón pueden estar en una forma mucho peor de lo que creen”, ha señalado hoy Eric Larose en el Congreso Cardiovascular Canadiense de 2010. Para este profesor de medicina de la Universidad Laval e investigador clínico del Instituto Universitario de Cardiología y Neumonía de Quebec (IUCPQ) de la ciudad de Quebec, la falta de un ejercicio aeróbico real puede afectar directamente a la manera en la que el corazón se adapta para sobrevivir al estrés de correr un maratón.

La nueva investigación ha revelado que la magnitud de los segmentos cardíacos anormales está más extendida y es más significativa en un grupo de corredores con baja forma física. Durante el maratón, mostraron signos de que su corazón podría sufrir un mayor riesgo de daños que quienes estaban más entrenados.

“Sin un entrenamiento adecuado, correr maratones puede afectar al corazón. Por fortuna, el daño producido por el ejercicio es reversible con el tiempo”, sostiene Larose, “pero puede tardar hasta tres meses en recuperarse por completo”.

El equipo ha estudiado los efectos mediante medidas por resonancia magnética nuclear (RMI, por sus siglas en inglés), que han impulsado la investigación más allá del estetoscopio tradicional para estimar y medir el funcionamiento cardíaco.

Un corazón no gasta bromas

El ventrículo izquierdo del corazón está dividido en 17 segmentos que, en su conjunto, forman el corazón. Cuando un segmento se daña o se esfuerza demasiado durante una maratón, los segmentos adyacentes pueden asumir las funciones del área dañada, lo cual hace que el corazón en su conjunto parezca más fuerte y más en forma de lo que realmente está cuando se considera cada segmento individualmente.

Este hecho también hace que sea casi imposible que los médicos evalúen con precisión la salud cardíaca de quien corre maratones cuando consideran sólo el corazón en su conjunto.

"El corazón no gasta bromas. Se puede tratar de un importante mecanismo adaptativo de supervivencia, como la manera en la que el cerebro puede desconectar funciones después de un derrame”, apunta Larose. “Pero como resultado de ello, los datos recogidos por los métodos tradicionales pueden ser inconsistentes y conducir a errores”.

“Esto significa que, a no ser que le hagamos a todo el mundo una RMI, sólo nos queda un test práctico que pueda determinar con precisión el nivel de rendimiento cardíaco en condiciones de estrés”, según Larose.

El test del VO2 máximo

El equipo de científicos llevó a cabo una evaluación completa de corredores aficionados con buen estado de salud entre seis y ocho semanas antes, e inmediatamente después, de correr una maratón. A los corredores se les realizaron pruebas físicas, análisis de sangre y de resonancia magnética nuclear (RMI) que conforman el test del VO2 máximo.

El VO2 máximo mide directamente el consumo de oxígeno del organismo y es la mejor prueba para dar una medida precisa del máximo ritmo cardíaco (el número de latidos por minuto) que sea seguro para los corredores. Al hacer la prueba del VO2, se pueden usar bandas andadoras o bicicletas estacionarias para determinar el estado de forma del corazón.

“Nos dimos cuenta de que un corredor con menos preparación antes del maratón tenía un VO2 máximo menor, por lo que tenía menos capacidad de ejercicio. En comparación con los corredores más entrenados, se deshidrataba más y su corazón mostraba más indicios de daños”, dice Larose. Los corredores peor entrenados también sufrían más pérdidas funcionales asociadas con menor flujo sanguíneo y mayor irritación de los segmentos del corazón.

Para Beth Abramson, portavoz de la Fundación para el Corazón y el Derrame Cerebral (Canadá), “con la creciente popularidad de los maratones, especialmente entre las personas advenedizas que ponen correr un maratón en su lista de retos, los corredores tienen que entrenar adecuadamente, mantenerse hidratados y consultar a sus médicos”.

“Sólo hay que ser inteligente: entrenar y obtener consejo médico”, explica Abramson. “No todo el mundo necesita hacer muchas pruebas antes de entrenar para correr una maratón, pero es importante consultar con el médico el riesgo cardíaco de cada una”.

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Más información:

heartandstroke.ca

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

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