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Evalúan la dinámica atmosférica en el Mediterráneo

El proyecto integrado europeo CIRCE sobre el cambio climático y su impacto en el Mediterráneo y el proyecto Consolider español GRACCIE sobre cambios climáticos graduales y abruptos, cuentan entre sus filas con un grupo de investigadores de la UPV/EHU: el Grupo de Investigación Atmosférica (GIA) de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Bilbao. Liderados por Lucio Alonso, llevan más de 25 años de trabajo conjunto, y siempre han sido pioneros en la materia.

Pruebas en Punta Galea. Foto: UPV/EHU.

“Tocamos todo lo que tiene que ver con contaminación atmosférica y estudio de la atmósfera, incluyendo el clima”, explica Lucio Alonso. Esto les ha llevado a aplicar técnicas para medir la contaminación atmosférica, adquirir y aprender a interpretar datos meteorológicos o desarrollar instrumentos de medida para sus investigaciones.

Uno de los retos del grupo es formar a técnicos y científicos especializados en la materia, mediante los másteres en Ingeniería Ambiental y Tecnologías y Gestión Ambiental de la misma UPV/EHU. Además de la formación, actualmente están inmersos en dos proyectos de investigación sobre el cambio climático. El primero, CIRCE (Climate Change and Impact Research: The Mediterranean Environment), un proyecto integrado del Sexto Programa Marco Europeo, se desarrollará hasta 2011, y en él estudian la dinámica atmosférica y la evolución de la contaminación atmosférica en el Mediterráneo. El segundo, GRACCIE (Multidisciplinary Research Consortium on Gradual and Abrupt Climate Changes and their Impacts on the Environment), un proyecto Consolider Ingenio 2010 liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se desarrollará hasta 2012, y se dedica al estudio de cambios climáticos graduales y abruptos y sus impactos ambientales.

El Mediterráneo y los fenómenos extremos

El proyecto CIRCE investiga el Mediterráneo, debido a que es una zona crítica para el estudio del cambio climático y sus efectos. El GIA-UPV/EHU trabaja en dos apartados del proyecto: el primero investiga los flujos atmosféricos, y el segundo, las precipitaciones. El trabajo de Alonso se centra, sobre todo, en el primero: “El trabajo que he desarrollado consiste en buscar, en base a los de satélite, la evidencia de que hay un régimen especial de circulación en la atmósfera del Mediterráneo que provoca la acumulación de humedad”.

La acumulación de humedad y la de contaminantes van de la mano: “Los ciclos de recirculación producen acumulación de contaminantes, al menos en la cuenca occidental. Si se acumulan contaminantes, también se puede acumular vapor de agua, y se pueden buscar evidencias de esta forma de acumulación entre los datos de satélite”. Ha encontrado estas evidencias en los datos recopilados por varios satélites de la NASA, y ha creado una base de datos que recopila información desde 2000 hasta 2008.

En cuanto al segundo apartado, correspondiente a las precipitaciones, han estudiado, entre otras cosas, las fuentes de vapor de agua que han provocado algunas de las lluvias torrenciales y las sequías más importantes. Han investigado, especialmente, el origen de las inundaciones ocurridas durante algunos veranos en Polonia y Alemania. Alonso cree que tras ellas hay “un proceso acumulativo”: pequeños cambios locales provocados por el ser humano que, sumados, han desencadenado cambios a escala continental y global.
En el otro proyecto, GRACCIE, el GIA investiga los efectos del cambio climático gradual y abrupto especialmente en la Península Ibérica. “Va a haber más calor y más frío, más sequías y más inundaciones. Aunque luego los resultados anuales sean más o menos iguales, ocurrirán de forma muy diferente”. También en este proyecto, las especialidades del grupo son la contaminación atmosférica y la meteorología, y han estudiado las fuentes de vapor de agua. Además, han estudiado la importación y exportación de polvo del Sáhara y los eventos meteorológicos extremos que ocurren y ocurrirán en la CAV: también han recopilado datos para investigar los efectos locales del cambio climático. En cuanto a la contaminación atmosférica, han medido los diversos elementos que la provocan.

Siempre pioneros

El GIA-UPH/EHU ha trabajado en multitud de proyectos anteriores, en los que siempre ha sido pionero. Crearon sus primeras patentes cuando calcularon la distancia que recorrían los humos de las fábricas mediante la estereofotogrametría. Esta técnica consiste en sacar fotografías de dos sitios simultáneamente, con cámaras corrientes: “Sigues la parte del penacho que es visible y averiguas dónde sube”.
Posteriormente han desarrollado más ideas, como la investigación meteorológica mediante globos cautivos o libres, dotados con radiosondas y sensores de ozono, presión, humedad o temperatura.

El radar perfilador de viento de Punta Galea también fue pionero en Europa; fue montado por el Servicio Vasco de Meteorología, bajo las indicaciones del GIA. Este equipo contiene un radar-sodar que obtiene perfiles de viento y temperatura hasta a 3.000 m de altura. También fueron pioneros en el sistema de medida de compuestos orgánicos volátiles, que mide la concentración de muchos de estos contaminantes en la atmósfera. El equipo lo compró el Gobierno Vasco a petición del GIA, “cuando no había ninguno en España”. Pero el mismo grupo desarrolló los sistemas de alimentación, depuración y limpieza de gases y los protocolos de control de calidad de datos.

Fuente: UPV/EHU
Derechos: Creative Commons
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