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El estudio se publica en ‘Información Comercial Española, ICE: Revista de economía’

Identifican los clusters y sectores económicos claves en España

Las ramas económicas cuya expansión propulsaría en mayor medida la economía española se concentran en tres clusters o conglomerados: el químico-energético, el metal-mecánico y, sobre todo, los servicios intermedios. Ésta es la conclusión de un estudio que acuña un nuevo término y mide los sectores clave a través de un nuevo método para depurar algunos de los que se consideraban como tales hasta ahora.

Los conglomerados más importantes de la economía española son los llamados 'servicios intermedios', que incluyen los financieros,d e transporte y de investigación aplicada.

Los clusters (grupos de actividades económicas interdependientes) y sectores económicos claves en España compran o venden cantidades muy significativas de bienes o servicios a muchas otras ramas económicas. Por ello, “cualquier innovación que se produzca en ellos tira más de la economía” que una innovación en otro sector, explica a SINC Luis Robles, profesor de la Universidad de Málaga y uno de los autores del estudio que ha publicado la revista Información Comercial Española, ICE: Revista de economía. “Igualmente, cualquier problema o estrangulamiento de su actividad, afectaría más al resto de la actividad económica”, puntualiza el experto.

El estudio considera que el conglomerado de servicios intermedios (financieros, de transporte, o investigación) es el cluster más importante. Este concepto de origen anglófono y extraído del campo de la tecnología ha sido acuñado por los investigadores en sustitución de los clásicos “sectores”.

Es el cluster de mayor tamaño en la economía española y alberga dos ramas estratégicas: los servicios anexos a los transportes y los servicios financieros, muy interrelacionados con otras actividades. El estudio hace pasar a segundo plano a otros sectores de este conglomerado, que mantienen relaciones muy intensas con unos pocos sectores. Es el caso del alquiler de maquinaria y de los servicios de saneamiento, que se integran en agrupaciones muy pequeñas.

El método utilizado por los investigadores y que no había sido aplicado antes al análisis de los sectores claves de la economía española permite la “depuración” de sectores cuantitativamente poco significativos, señala Robles. Los utilizados hasta ahora no recogen suficientemente la importancia del sector, el número de ramas con el que mantiene relaciones comerciales o son demasiado restrictivos, puntualiza. Su propuesta consiste en analizar los clusters en los que las diferentes ramas económicas se integran y la posición que éstas ocupan en los conglomerados mediante la contabilización de las ramas con las que mantienen un intercambio comercial importante.

Los conglomerados de la construcción y agroalimentario, por el contrario, no pueden considerarse claves según el estudio. El de la construcción vende la mayor parte de su producción al consumidor final, lo que le impide ser una rama suministradora intermedia destacada, por lo que queda excluida de esta categoría a pesar de su destacada importancia como demandante de productos entre otros aspectos.

Este análisis les mostró que el conglomerado químico-energético se vincula con la práctica totalidad de las aglomeraciones y que su rama clave, la química, mantiene relaciones tanto con otras actividades del cluster –refino y producción de electricidad- como con otras muchas actividades –plásticos, agricultura…- y adquiere una importante corriente de bienes y servicios. El cluster metal-mecánico sobresale tanto por su tamaño relativo como por el elevado número de ramas claves que contiene (cuatro).

El cluster agroalimentario, que recoge la cadena de producción de alimentos, y agrupa a los sectores de agricultura y ganadería y de hostelería incluye una rama clave bajo el criterio más tradicional establecido por Rasmussen, el vidrio. Los investigadores desechan, no obstante, esta condición de “clave” porque este sector mantiene sólo una relación con la rama de bebidas, por lo cual su situación es tan sólo marginal.

El informe clasifica como claves ocho sectores (papel, química, metalurgia, metálicas, maquinaria mecánica, maquinaria eléctrica, anexas a transporte y servicios financieros) y descarta que se incluyan en esta categoría otros sectores que, según el método de Rasmussen lo serían, como el de los minerales no metálicos, el agua, la madera y corcho, vidrio, servicios de intermediación financiera, recuperación y alquiler de maquinaria o de saneamiento público de mercado.

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Referencia bibliográfica:

L. Robles Teigeiro y J. Sanjuán Solís, “Sectores y clusters claves en la economía española”, Información Comercial Española, ICE: Revista de economía LXVI: 183-207 (2008)

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

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