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La UE ayuda a sus agricultores a gestionar los riesgos y crisis

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han participado en el proyecto europeo “Income Stabilisation”, proyecto que se plantea qué instrumentos y políticas son más eficaces para apoyar a los agricultores europeos a gestionar crisis, riesgos y desastres.

Campo helado. Fuente: CEIGRAM-UPM

La agricultura se enfrenta a considerables riesgos climáticos, sanitarios y de mercado. Por su exposición a estos riesgos, los agricultores a veces sufren las consecuencias de muchas amenazas contra las cuales no es fácil que puedan luchar de manera individual. La Unión Europea se ha planteado cómo puede contribuir a una mejor gestión y protección frente a estos riesgos y para ello se ha llevado a cabo el proyecto europeo Income Stabilisation”, en el que han participado investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid.

El proyecto ha sido desarrollado por un consorcio de 7 instituciones de Holanda, Alemania, Hungría, Polonia y España y en él ha participado el grupo de investigación “Economía Agraria y Gestión de los Recursos Naturales” de la UPM. Se buscaron cuáles son los instrumentos y políticas más eficaces para apoyar a los agricultores y ganaderos europeos a gestionar crisis, riesgos y desastres y de qué forma. Muchos de estos riesgos se derivan de la integración de los mercados, la globalización y la necesidad que tienen los productores de especializarse, para ser más competitivos en aquello en lo que tienen mayor ventaja comparativa.

Tras una reflexión inicial sobre cuál debía ser el papel de la Unión Europea en un área en la que cada Estado miembro ha desarrollado políticas de carácter nacional y de enfoques muy diferentes, se trató de proporcionar conclusiones concretas que ayudaran a la Comisión Europea a fijar una posición sólida.

Se hizo un examen en profundidad de los instrumentos y políticas de gestión de riesgos y crisis en la UE, EE.UU., Canadá y Australia. Se analizaron los seguros agro-pecuarios, los fondos de estabilización y mutuales, las ayudas ante crisis y catástrofes, los mercados de futuros y opciones y otras políticas que favorecen la diversificación de la producción y de las rentas.

También se estudió el grado de volatilidad de las rentas de los productores de los cinco países representados en el consorcio y la percepción de riesgos de una muestra de 1.000 agricultores seleccionados entre los de estos países y se analizó el impacto de diversas políticas, como seguros de cosecha, seguros de ingresos y ayudas a la renta, ante diversos escenarios futuros de la Política Agrícola Común.

Las conclusiones a las que se llegó fueron, en primer lugar, que tanto la percepción de riesgos como los riesgos reales que afectan a los agricultores europeos difieren enormemente de norte a sur, de este a oeste y de sector a sector en el seno de la Unión.

Aunque parezca sorprendente, un agricultor holandés cerealista está sujeto a mayor volatilidad de rentas que uno español. Esto es debido al altísimo grado de capitalización e intensificación productiva del holandés frente al español, cuya producción en secano es muy variable por razones del clima, pero menos intensiva en factores productivos. Sin embargo, los ganaderos intensivos, de cerdo o de pollo, están sometidos a riesgos parecidos en casi toda la Unión.

Se ha visto con claridad que los Estados miembros han optado por dos modelos para afrontar los riesgos bien diferenciados y muy divergentes, tanto en planteamiento como en los aspectos prácticos.

El modelo del norte, consiste en dejar que el sector asegurador privado proporcione coberturas básicas y rentables y habilitar líneas ad hoc de apoyo antes crisis, catástrofes o desastres, considerando a esta actividad como un sector sometido a riesgos empresariales como lo son otros sectores de la economía.

El modelo del sur o mediterráneo se basa en la integración de todos los riesgos asegurables en un sistema de seguros agrarios universal que cuenta con el apoyo del Estado, que subvenciona las primas además de apoyar el reaseguro y administrar el sistema. Sólo en el caso de crisis, riesgos o desastres cuyos daños o siniestros no hubieran sido asegurables, los Estados proporcionan ayudas ad hoc y compensaciones económicas.

Sin embargo, al tiempo que se desarrollaba el proyecto, la CE adoptó un nuevo Reglamento para regular las ayudas de los Estados miembros a sus agricultores, incluidas las ayudas ante casos de crisis y catástrofes y las subvenciones a los seguros agrarios. Se pretendía hacer más transparentes las numerosas formas de ayudas estatales y por tanto más sujetas a control. Y más recientemente, el informe para el “Chequeo de salud de la PAC” propone potenciar las primas de seguros que cubran los riesgos naturales y las enfermedades ganaderas.

Como conclusión del proyecto se propone que no haya una política europea de riesgos o seguros, pero sí una regulación de las ayudas estatales y una mayor claridad en cuanto a cuantía y criterios de concesión, lo que redundará en un mayor control por la CE de dichas ayudas.

Enlaces de interés:

Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riegos Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM)

Entidad Estatal de Seguros Agrario (ENESA)

Fuente: Universidad Politécnica de Madrid
Derechos: Creative Commons
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