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La iniciativa MAGMANet del Instituto de Ciencia Molecular de la Universitat de València, dirigido por Eugenio Coronado, ha conseguido el premio al mejor proyecto europeo de desarrollo del conocimiento otorgado por el Gobierno valenciano. Este centro es líder mundial en la investigación del magnetismo molecular.
El Gobierno valenciano, a través de la Conselleria Presidencia, ha otorgado el premio al mejor proyecto europeo de desarrollo del conocimiento 2008 a MAGMANet, una iniciativa del Instituto de Ciencia Molecular de la Universitat de Valencia (ICMol). El premio está dotado con 5.000 euros. El ICMol, dirigido por Eugenio Coronado, tiene grupos de investigación muy activos en Magnetismo Molecular, que vienen participando, desde hace más de 20 años en todos los proyectos europeos que sobre el tema se han desarrollado en Europa, liderando muchos de los cuales.
MAGMANet es una red de excelencia multidisciplinar creada para mantener en Europa el liderazgo mundial en el campo investigación en Magnetismo Molecular. Para ello esta red de excelencia creó el pasado mes de abril el Instituto Europeo de Magnetismo Molecular (EIMM), que integrará a los investigadores europeos en una estructura sólida.
Con este proyecto, la investigación europea en el campo de los nuevos materiales magnéticos moleculares da un gran paso mediante la creación de una red con los principales grupos de físicos y químicos europeos trabajando en esta área. En total participan 22 universidades y centros de investigación de toda europa. Los cuatro campos de investigación principales que integran el magnetismo molecular son Materiales Magnéticos biestables, Imanes conductores, Nanoimanes moleculares y Rutas Moleculares para imanes nanoestructurados .Las principales aplicaciones del Magnetismo Molecular son: imagen por resonancia magnética, almacenamiento de datos, instrumentación avanzada (Microscopio de efecto túnel STM, resonancia paramagnética electrónica ERP, resonancia magnética nuclear NMR), liberación de drogas, cómputo cuántico y sensores magnéticos.
Uno de los objetivos de MAGMANet es evitar la fragmentación de la investigación europea en el campo del Magnetismo Molecular. Por primera vez, se pretende eliminar las barreras existentes entre países (idioma, comunicación, movilidad), disciplinas (física, química, biología e ingeniería de materiales moleculares), y entre fuentes de financiación (nacional, europea e industrial). El proyecto también pretende mantener y fortalecer el liderazgo europeo en la investigación sobre Nanomagnetismo molecular promoviendo la cooperación interdisciplinar. Esto permite plantear nuevos y ambiciosos proyectos que proporcionarán el entendimiento de nuevos fenómenos en magnetismo molecular y, por tanto, el desarrollo de nuevas tecnologías.
Según explica el profesor Eugenio Coronado, el Magnetismo Molecular abre el camino a nuevos tipos de sistemas electrónicos y nuevas propiedades que no se encuentran en los materiales clásicos. Estos sistemas pueden encontrar aplicación en la industria electrónica y en biomedicina. La Comunitat Valenciana ha jugado un papel clave en este proyecto ya que cuenta con un Instituto de Investigación de reconocido prestigio en esta área: El Instituto de Ciencia Molecular de la Universitat de Valencia (ICMol). De hecho, en nuestro país este centro de investigación constituye uno de los tres nodos españoles que investiga en Magnetismo Molecular. Esta red de excelencia ha supuesto el reconocimiento de la presencia de este centro de investigación valenciano en el panorama internacional.
Con la creación del Instituto Europeo de Magnetismo Molecular y con el nombramiento de Eugenio Coronado como director científico del mismo, la Comunitat Valenciana se sitúa a la vanguardia de este campo de investigación emergente.
Un equipo internacional de científicos, liderados desde el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón, ha creado el primer imán duro de espesor atómico. El avance tiene aplicaciones potenciales en dispositivos tecnológicos que requieren un campo magnético definido, como las memorias RAM de los ordenadores.
En la interfaz entre dos capas rotadas de titanato de bario, con solo unos pocos átomos de espesor, aparecen propiedades que podrían revolucionar la ciencia de los materiales ferroeléctricos y ser útiles en la electrónica e informática del futuro. Los detalles los publican en Nature investigadores de la Universidad Complutense de Madrid.
