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La física aplicada: una solución para la arqueología

Investigadores de la UPM aplican métodos de prospección geofísica que permiten cartografiar la riqueza arqueológica de una zona y localizar estructuras concretas sin necesidad de excavar.

Basílica de Ntra. Sra. de la Salud, Pátzcuaro (México).

En colaboración con el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, investigadores de la ETSI Industriales de la UPM han desarrollado técnicas de procesamiento y representación de datos geofísicos que permiten reconocer estructuras de interés y las han aplicado principalmente en yacimientos arqueológicos. Estos estudios no destruyen el contexto, permiten a los arqueólogos definir áreas precisas de excavación y así ayudan a proteger el patrimonio arqueológico ante futuros cambios urbanísticos.

La prospección geofísica se ocupa mediante la aplicación de técnicas físicas y matemáticas de la exploración del subsuelo, a partir del estudio de la variación de alguna magnitud física. Los métodos geofísicos más utilizados son: el eléctrico (Tomografía Eléctrica), que informa sobre las variaciones de resistividad eléctrica en profundidad y lateralmente; el magnético, que mide variaciones del campo magnético terrestre y el Radar de Penetración Terrestre (GPR), que busca contrastes de permitividad eléctrica.

Estos métodos geofísicos de prospección además de utilizarse en la búsqueda de yacimientos petrolíferos y de minerales, en la actualidad también se emplean en otros campos como por ejemplo: en ingeniería civil, para la localización de cavidades y fracturas en zonas en las que se va a realizar alguna construcción; en investigaciones medioambientales, para la evaluación y caracterización de acuíferos, y en arqueología.

Es en este último campo donde desde hace diez años el Departamento de Física Aplicada de la ETSI Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid participa en proyectos de investigación con el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México. Durante estos años se han desarrollado técnicas de procesamiento y representación de datos geofísicos que permiten reconocer estructuras de interés. Han sido varios los estudios geofísicos realizados, tanto en yacimientos arqueológicos situados fuera del área urbana como dentro de ella.

Un ejemplo de estos trabajos es el estudio realizado en el atrio de la basílica de Nuestra Señora de la Salud (Pátzcuaro, México) (1). El objetivo era la localización, bajo la basílica actual, de los restos de la catedral que mandó construir Vasco de Quiroga en 1540. La iglesia actual consta de una sola nave que correspondería a la nave central del proyecto original. Para el estudio se utilizó el método electromagnético GPR.

A la vista de los resultados obtenidos se puede inferir que existen evidencias para suponer que las anomalías encontradas hacia la parte sur de la basílica se corresponden con la nave anexa a la principal de la iglesia, de acuerdo con los documentos históricos.

Como ejemplo de estudio en una zona rural está el realizado en la rivera del lago Chiconahuapan (México) (2). En este lugar, se encuentran una serie de montículos que parecen ser los restos de complejos habitacionales de una edad aproximada de 1100 años. Excavaciones arqueológicas descubrieron agrupaciones de rocas (basálticas) que conformaban los cimientos de antiguas construcciones. Éstas, estaban rodeadas por una barrera que impedía inundaciones (bordos). El objetivo del estudio geofísico era caracterizar uno de estos montículos. Se encontraron anomalías magnéticas en su parte central que se corresponden con los cimientos de las casas construidas sobre los bordos. El estudio de radar reveló una estructura circular alrededor de estas anomalías magnéticas que corresponde a la localización del bordo. Además, el trabajo puso de manifiesto la presencia de una estructura rectangular que define la habitación principal en este montículo.

En definitiva, un estudio geofísico no destruye el contexto arqueológico y ayuda al arqueólogo a definir áreas precisas de excavación. Hay zonas urbanas, que poseen un contexto arqueológico donde a menudo no es posible llevar a cabo una excavación. La realización de estudios geofísicos permite cartografiar esta riqueza arqueológica y así conocer y proteger el patrimonio arqueológico ante futuros cambios urbanísticos.

(1)Ponce R., Argote, D., Chávez, R.E. y Cámara, M.E. Empleo de los métodos geofísicos de prospección en arqueología urbana: La Basílica de Nuestra Señora de la Salud, Pátzcuaro, México. Trabajos de Prehistoria (Revista de Prehistoria – CSIC), 61, nº 2, pp. 11-23 (2004).

(2)Chavez, RE; Tejero, A; Argote, DL; Camara, ME Geophysical Study of a Pre-Hispanic Lakeshore Settlement, Chiconahuapan Lake, Mexico, ARCHAEOLOGICAL PROSPECTION 17 (1): 1-13 JAN-MAR 2010.

Enlaces de interés:

http://faii.etsii.upm.es/dfaii/Personal/ecamara/Texto_web_1.pdf

Fuente: Universidad Politécnica de Madrid
Derechos: Creative Commons
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