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Los ‘Héroes de Fukushima’, calificativo bajo el que se identifica a las personas que arriesgaron su vida para atenuar los daños producidos por la central nuclear en Japón, han sido galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2011 “por su valeroso y ejemplar comportamiento”.
La candidatura de los héroes de Fukushima, propuesta por Josep Piqué i Camps, presidente de la Fundación Consejo España Japón (Madrid), reconoce la labor de los distintos colectivos de trabajadores que durante semanas realizaron distintas labores en la central nuclear japonesa para enfriar los seis reactores de la planta.
Para realizar estas tareas se expusieron a condiciones extremas: elevada radiación, continuas rotaciones, pocas horas de descanso, limitaciones en la alimentación y en el suministro de agua potable.
“Este grupo de personas representa los valores más elevados de la condición humana, al tratar de evitar con su sacrificio que el desastre nuclear provocado por el tsunami que asoló Japón multiplicara sus efectos devastadores, olvidando las graves consecuencias que esta decisión tendría sobre sus vidas”, apunta un comunicado de la Fundación Príncipe de Asturias.
Las tareas fueron desarrolladas por tres grupos de personas: empleados de la Tokyo Electric Power Company (TEPCO), operadora de la central –de sus 130 operarios, 50 se presentaron voluntarios–, así como algunos trabajadores ya jubilados o próximos a la jubilación y, tras aumentar las rotaciones y las necesidades de personal, se contrató personal adicional (a 3 de mayo, ya habían intervenido en Fukushima 1.312 operarios). Además, participaron bomberos, procedentes de varias prefecturas, especialmente de Tokio, y las Fuerzas Armadas de Japón.
“El comportamiento de estas personas ha encarnado también los valores más arraigados en la sociedad japonesa, como son el sentido del deber, el sacrificio personal y familiar en aras del bien común, la dignidad ante la adversidad, la humildad, la generosidad y la valentía”, explica la organización.
Pueden ser candidatos al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia aquellos “cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o a la defensa de la libertad, o que haya abierto nuevos horizontes al conocimiento o se haya destacado, también de manera extraordinaria, en la conservación y protección del patrimonio de la Humanidad”.
Este ha sido el último de los ocho Premios Príncipe de Asturias concedidos este año, en que cumplen su trigésimo primera edición.