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Una nueva investigación determina que los grandes dinosaurios jurásicos del este peninsular vivieron en zonas costeras bajo un clima monzónico con dos estaciones, seca y húmeda, muy diferenciadas.
Un estudio, liderado por geólogas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), arroja luz sobre los ambientes sedimentarios y el clima en el que vivieron los dinosaurios del este de Iberia durante el Jurásico Superior (entre 154 y 145 millones de años de antigüedad aproximadamente). En concreto, esta investigación se basa en el análisis de rocas sedimentarias en las que se encuentran los principales yacimientos de dinosaurios de las provincias de Teruel y Valencia.
El trabajo, publicado en la revista Sedimentology, también cuenta con la participación de investigadores de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, de la Universidad de Oviedo, Universidad de Caen (Francia), Universidad de Leeds (Reino Unido) y Colorado School of Mines (EE UU).
La investigación revela que las faunas de dinosaurios de finales del Jurásico vivían en zonas costeras en las que había una gran variedad de ambientes sedimentarios. Estas áreas estaban formadas por dunas eólicas y grandes llanuras de inundación con abundante vegetación que estaban surcadas por ríos. En las llanuras también había lagos muy someros de agua dulce a los que llegaba sedimento transportado por los ríos, el cual se depositaba en pequeños deltas.
“Gracias al estudio detallado de las rocas jurásicas hemos podido determinar que las zonas costeras se formaron en un clima que tenía dos estaciones muy marcadas”, indica Sonia Campos-Soto, autora principal del estudio.
Las conclusiones indican que en las estaciones secas apenas llovía, por lo que los ríos transportaban menos agua e, incluso, se podían secar. El sedimento arenoso era transportado por el viento y se acumulaba en las dunas eólicas. Por otro lado, el estudio también determina que en las estaciones húmedas se producían lluvias torrenciales, como sucede en la actualidad en las zonas afectadas por los monzones.
Durante estos periodos de fuertes lluvias, los ríos transportaban gran cantidad de agua a muy alta velocidad y se desbordaban, lo que daba lugar a inundaciones. Además, las corrientes de agua podían transportar troncos de árboles y grandes cantos de sedimento erosionados de las llanuras de inundación, y podían llegar a arrastrar a los dinosaurios. Tras las inundaciones, los dinosaurios que transitaban por las zonas inundadas dejaron sus pisadas en el sedimento fangoso húmedo.
Reconstrucción idealizada de los ambientes sedimentarios que habitaban los dinosaurios en el este de Iberia durante el Jurásico Superior. / Campos-Soto y colaboradores (Sedimentology).
En la actualidad, un sistema costero similar al que había en el Jurásico Superior en el este de Iberia se encuentra en el Parque Nacional de Lençois Marahensis, en el noreste de Brasil.
María Isabel Benito, profesora de la Universidad Complutense de Madrid e investigadora principal de uno de los proyectos de investigación que ha financiado este estudio, indica que “este sistema costero se sitúa en una región de Brasil en la que se desarrollan lluvias estacionales, en la que hay dunas eólicas que se desarrollan y avanzan sobre deltas formados en lagos someros de agua dulce, ríos y llanuras de inundación que tienen abundante vegetación, de forma muy similar a los ambientes sedimentarios que había en el Jurásico Superior y en los que vivían los dinosaurios”.
Por su parte, Alberto Cobos, director gerente de la Fundación Dinópolis y paleontólogo coautor del estudio, destaca que “estas conclusiones sedimentológicas suponen un gran avance para comprender el contexto paleoambiental y paleoclimático en el que vivieron los dinosaurios, como los saurópodos gigantes Turiasaurus y Losillasarus, entre otros.”
Para poder llevar a cabo esta investigación, se ha realizado un amplio análisis de ocho secciones estratigráficas en la provincia de Teruel (áreas de Cedrillas, El Castellar, Formiche Alto, Mora de Rubielos y Riodeva) y en la de Valencia (áreas de Losilla-Alpuente, Benagéber y Villar del Arzobispo), que en total comprenden un inmenso registro sedimentario de 5.072 metros de espesor. Asimismo, se han recolectado 455 muestras de roca para realizar estudios microscópicos.
Imágenes de Google Earth del Parque Nacional de Lençois Marahensis (noreste de Brasil) donde se desarrollan dunas eólicas, canales fluviales, deltas, llanuras de inundación vegetadas y lagos someros. / Campos-Soto y colaboradores (Sedimentology).
Referencia:
Campos-Soto et al. (2022) “Where humid and arid meet: Sedimentology of coastal siliciclastic successions deposited in apparently contrasting climates”. Sedimentology.