Los ecologistas esperan una fusión del Medio Ambiente con la Agricultura y no una absorción de éste en el nuevo Ministerio

Reunidos en la sede de Greenpeace en Madrid, los ecologistas han hecho una valoración general de la situación de cambio de ministerio, cuyas figuras principales “tienen que tener una visión diferente a la del Ministerio de Agricultura y no tienen que pertenecer al sector productivista”. Ante la situación “alarmante” de la biodiversidad y del aumento de las emisiones de CO2, las ONG se muestran “expectantes” ante la nueva gestión ministerial y piden a la nueva ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino que “cambie de chip” tanto en los planteamientos, los asesores como en la estrategia.

El director de campaña de Greenpeace, Mario Rodríguez, ha resaltado que el “Medio Ambiente no debe pasar a una segunda división” y que, desde su organización, “van a luchar para que esté en primera, como es el caso de la economía”. Según las organizaciones, el Medio Ambiente tiene que “tener voz propia y que se escuche en el Consejo de Ministros”.

Los cinco representantes han destacado la labor de la anterior ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, de la que han aplaudido su “valentía y su defensa a ultranza del Medio Ambiente por encima de otro tipo de intereses”. Piensan que estas cuestiones le han “pasado factura” y le han costado su salida del gobierno.

El coordinador general de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber, ha mostrado su preocupación en la nueva estructura y en sus prioridades y considera que no hubiera sido lo mismo si el Ministerio de Medio Ambiente anterior hubiera asumido las competencias de Agricultura. Según los ecologistas, la nueva ministra tiene que demostrar su sensibilidad por el medio ambiente. “Narbona ha luchado y se ha movido en su ministerio y por eso ha salido de la foto”, han apuntado.

Nuevas medidas

Ante la negativa del gobierno por la creación de una Vicepresidencia de la sostenibilidad y un Superministerio de Medio Ambiente con mayores competencias, como ha recordado el secretario ejecutivo de WWF/Adena, Juan Carlos del Olmo, los ecologistas han pedido, ante todo, el cierre de pozos ilegales y la reducción del precio del agua. Además, han señalado la importancia de atender las infraestructuras de transportes, preparar el post-Kioto y coordinar un plan de acción para desarrollar la estrategia de sostenibilidad de la costa.

Desde Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, ha subrayado la importancia “de mantener un diálogo permanente con la nueva ministra” en materia de transgénicos.

Trasvase del Ebro

En cuanto a la primera decisión de la Ministra Elena Espinosa sobre el “minitrasvase” del Ebro a Barcelona, los ecologistas han declarado que se trata de un trasvase y que “no se puede jugar con los términos y las palabras”. Han advertido además, que “existían soluciones más fáciles y puntuales para solucionar el problema de la sequía en Barcelona”.

El coordinador general de Ecologistas en Acción ha subrayado que existen otras medidas adecuadas que hubieran evitado el trasvase. De este modo, Oberhuber ha destacado que “es preferible llevar agua en camiones” y que en general lo más adecuado es “aportar soluciones coyunturales a problemas coyunturales que soluciones permanentes a problemas coyunturales”. Además, una adecuada gestión y restricciones a ciertas horas, “no pondrían en riesgo la totalidad del consumo”, como alternativa al trasvase. Según Ecologistas en Acción, es necesario “dejar de demonizar esas restricciones”.

Entre las principales consecuencias que conlleva el trasvase, los ecologistas han destacado el impacto medioambiental en el delta del Ebro. Según el director ejecutivo de SEO/BirdLife, Alejandro Sánchez, “el delta está en recesión y se hunde bajo el nivel del mar aumentando la salinización del suelo”. A este respecto, ha comparado el delta del Ebro con el del río Mississippi en Estado Unidos, cuya delicada situación provocó la falta de protección ante el huracán Katrina en 2005.