Suscríbete al boletín semanal

Recibe cada semana los contenidos más relevantes de la actualidad científica.

Agencia Sinc
Si estás registrado

No podrás conectarte si excedes diez intentos fallidos.

Si todavía no estás registrado

La Agencia SINC ofrece servicios diferentes dependiendo de tu perfil.

Selecciona el tuyo:

Periodistas Instituciones

Los malos hábitos alimenticios en la universidad no entienden de género

La insatisfacción de la imagen corporal, las dietas poco saludables y otras conductas dirigidas a perder peso no sólo están presentes en la población femenina universitaria. Los patrones alterados en la alimentación también parece ser un problema cada vez más común entre los universitarios varones. Así lo demuestra una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) que analiza factores asociados a los malos hábitos alimenticios entre los estudiantes universitarios españoles.

alimentación, hábitos alimentarios, universidad, españa, género, salud
Campus de la Universidad Autónoma de Madrid. Foto: UAM.

El trabajo, publicado en The Spanish Journal of Psychology por investigadores de la Facultad de Psicología (Ana Rosa Sepúlveda, José Antonio Carrobles y Ana Gandarillas), explora los factores bio-socio-demográficos y psicopatológicos asociados a patrones alimentarios no saludables entre los universitarios, ajustando un modelo multifactorial que sigue los factores asociados según el género.

Los investigadores realizaron un análisis de regresión logística para describir las asociaciones en base al Inventario de Trastornos del Comportamiento Alimentario (EDI-2) estratificado por género en una muestra representativa de universitarios españoles (2.551; 67,3% mujeres y 31,3% varones).

Entre los resultados generales arrojados por el estudio: La prevalencia de patrones alimentarios no saludables asociados a un trastorno del comportamiento alimentario fue del 14,9% en varones y del 20,8% en mujeres. El grupo que puntuaba alto en el EDI-2 total presentó mayor prevalencia de conductas de dieta, insatisfacción corporal, mayores niveles de psicopatología y una menor autoestima que el grupo que puntuaba bajo en ambos sexos.

Los estudiantes de mayor edad y puntuaciones elevadas en autoestima presentan puntuaciones bajas en el EDI-2. En las mujeres, la depresión, la dimensión paranoica, la dieta y la insatisfacción corporal estaban asociadas a la población con patrones alimentarios no saludables. En los varones la dieta, la insatisfacción corporal y la sensibilidad intepersonal estaban asociadas con un mayor riesgo de presentar patrones alimentarios no saludables. Estos factores presentes en los varones son similares a las poblaciones clínicas. Los hombres son más sensibles a la crítica social que los hombres de la población general, y por lo tanto posiblemente más sensibles a las normas sociales de la delgadez y del culto al cuerpo.

Estos resultados corroboran la idea de que conductas no saludables, como los hábitos alimentarios alterados, tienden a afectar a grupos vulnerables específicos. Las asociaciones entre la dieta y la aparición posterior de ingesta compulsiva, las conductas extremas para controlar el peso y los trastornos alimentarios, sugieren que la dieta puede ser el primer paso en una progresión hacia la conducta alimentaria alterada más severa.

Ana Rosa Sepúlveda, profesora e investigadora de la Facultad de Psicología y encargada de coordinar la Consultoría sobre Problemas de Autoimagen y Hábitos de Alimentación en el Centro de Psicología Aplicada de la UAM, señala la importancia de estos estudios: “es necesario investigar los mecanismos concretos por los que las conductas y actitudes de riesgo, tales como la dieta o la insatisfacción corporal, pueden facilitar el desarrollo posterior de un trastorno alimentario durante la formación académica. La Consultoría que ya está en pleno funcionamiento nos permite reorientar y apoyar a los estudiantes, y a su vez, significa una importante contribución a la formación profesional y al contexto de la investigación. No se puede menospreciar las posibles implicaciones clínicas de la alteración en los patrones alimentarios encontrados en la población universitaria. Es necesario promover una mayor conciencia personal que permita identificar hábitos alimentarios poco saludables, que pueden derivar en una problemática personal más severa en periodos de estrés académico, en tanto que presentan estados emocionales más severos relacionados con la ansiedad y el estrés.”

Fuente: Universidad Autónoma de Madrid
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados