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El estudio aparece en la revista ‘Fetal y Neonatal de Archives of Disease in Childhood’

Los medicamentos que se administran a los bebés prematuros pueden exponerles a sustancias químicas

Investigadores de la Universidad de Leicester (Reino Unido) han estudiado las sustancias químicas perjudiciales presentes en los medicamentos líquidos a los que están expuestos los bebés prematuros. La investigación documenta los componentes que no son principios activos (excipientes) presentes en los medicamentos administrados a estos bebés como parte de su tratamiento médico.

Con frecuencia se administran a bebés y a niños más mayores medicamentos que sólo han sido formalmente investigados en adultos. Foto: Ricardo Saffi Marqués.

El estudio, dirigido por Hitesh Pandya, especialista en pediatría en el Hospital Universitario de Leicester, revela que las sustancias químicas añadidas a los medicamentos para mejorar su sabor, absorción y para prolongar su período de validez podrían ser potencialmente perjudiciales para los bebés de muy corta edad.

Las sustancias químicas generalmente utilizadas son etanol, sorbitol y Ponceaau 4R (un agente colorante). El estudio muestra que los bebés prematuros están expuestos a estos excipientes potencialmente dañinos en cantidades que equivalen a más de un litro y medio a la semana.

“Este estudio documenta un problema mundial. Demuestra que los medicamentos que se les da a los bebés podrían exponerles a sustancias químicas con posibles efectos tóxicos a corto y largo plazo”, señala Pandya. “Estamos planificando otra serie de estudios sobre estas sustancias para saber exactamente cuáles podrían ser estos efectos”.

“Las madres y los padres no deberían alarmarse por estos hallazgos. Estas sustancias químicas se encuentran en todos los alimentos en cualquier parte del mundo. Lo que el estudio destaca es que conocemos mejor los efectos secundarios de los principios activos que los de las sustancias químicas que se añaden a muchos de estos medicamentos”, añade Andrew Currie, otro de los autores del estudio.

Con frecuencia se administran a bebés y a niños más mayores medicamentos que sólo han sido formalmente investigados en adultos. “Esto ocurre por numerosas razones, como los problemas que entraña la realización de estudios en bebés muy pequeños y la renuncia de los fabricantes farmacéuticos a afrontar este problema. Nuestro estudio demuestra que es necesario realizar más estudios al respecto”, explica Pandya.

Los autores señalan que el problema es que los medicamentos pediátricos tienen que satisfacer las necesidades de un amplio intervalo de edad, lo que dificulta a los fabricantes la adaptación de sus productos.

“En muchos casos no existe un medicamento alternativo y se sopesa el riesgo de utilizarlos en el tratamiento. Es importante que las agencias reguladoras de medicamentos no sólo garanticen que todos los fabricantes ofrezcan información detallada de sus productos, sino que emprendan todo tipo de acciones para determinar si la práctica existente constituye un riesgo, y si cómo podría solventarse”, concluye.

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Referencia bibliográfica:
Amy Whittaker, Andrew E. Currie, Mark Turner, David J. Field, Hussain Mulla y Hitesh C. Pandya. “Toxic additives in medication for preterm infants”. Fetal & Neonatal Edition of Archives of Disease in Childhood, edición on line 2009.

Fuente: Universidad de Leicester
Derechos: Creative Commons

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