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Miden por primera vez las consecuencias de tomar mal la medicación para la hipertensión

Un estudio, publicado en la revista Circulation, evalúa una estrategia para mejorar el control de la hipertensión. Para ello, los investigadores utilizaron un dispositivo electrónico incorporado al envase de las pastillas que registra en un chip las horas y fechas que el paciente abre el envase del tratamiento a lo largo de un mes.

La tensión arterial está mal controlada en el 50% de los hipertensos, lo que supone sólo en España más de 5 millones de adultos. Ilustración: SINC

La tensión arterial está mal controlada en el 50% de los hipertensos, lo que supone sólo en España más de 5 millones de adultos. Así es, pese a que disponemos de un arsenal de medicamentos efectivos y seguros para tratarla, se conoce perfectamente el efecto beneficioso de la modificación de estilos de vida (dieta y ejercicio) y existe evidencia científica de que el control de la tensión reduce el riesgo cardiovascular.

Un estudio multicéntrico de la Red de Investigación Cardiovascular del Instituto de Salud Carlos III (RECAVA), publicado en la revista Circulation, evalúa una estrategia para mejorar el control de la hipertensión, basada en aumentar el cumplimiento terapéutico, es decir, el no abandono y la correcta toma de la medicación. Coordinados por Rafael Gabriel y Manuel Pladevall, en el trabajo han participado 79 médicos de Atención Primaria pertenecientes a Centros de Salud de toda España.

Los resultados muestran que, a los 6 meses, los pacientes en intervención mostraron una media de presión arterial sistólica significativamente menor que los pacientes del grupo control (148 mmHg los primeros y 151 mmHg los segundos). También se evidenció una disminución de la presión arterial diastólica de 81,9 mmHg en los primeros frente a 83,0 mm Hg en los segundos.

“Esta investigación demuestra la necesidad imperiosa de identificar otras estrategias de control de la hipertensión que vayan más allá de la terapia farmacológica y se basen en las conductas de los pacientes”, subraya Rafael Gabriel.

Además, los pacientes en el grupo de intervención fueron menos propensos a tener incontrolada la tensión arterial y fueron mejores cumplidores del tratamiento. Tras 5 años, no hubo diferencia entre grupos en el número de eventos y complicaciones cardiovasculares.

La clave es la vigilancia

La investigación se fundamenta en tres acciones principales. La primera es el recuento de pastillas durante las visitas al médico mediante un dispositivo electrónico incorporado al envase de las pastillas, que registra en un chip las horas y fechas en que el paciente abre el envase del tratamiento a lo largo de un mes.

Por otro lado, se tiene en cuenta la designación de un miembro de la familia para apoyar y supervisar la adhesión del paciente al tratamiento del paciente y, por último, se proporciona a los pacientes una hoja informativa sobre sus medicamentos antihipertensivos.

Tanto en los pacientes del grupo de intervención como en los del control se vigiló periódicamente su presión arterial y se indagó la posible aparición de eventos cardiovasculares durante 5 años. La intervención duró 6 meses y la duración media del seguimiento 39 meses. Los análisis se basaron en 875 pacientes (457 en el grupo control y 418 en el de intervención).

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

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