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Investigadores del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña han recuperado un ejemplar del murciélago nóctulo más grande de Europa, cuya distribución en el continente es por ahora aún poco conocida. En Cataluña sólo se ha encontrado una pequeña población en un hayedo del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, conocida desde 2004.
Un equipo de investigadores del CTFC ha recuperado por primera vez en Cataluña un ejemplar murciélago nóctulo grande (Nyctalus lasiopterus) anillado el año anterior en la misma localidad.
Se trata de la especie de murciélago de mayor tamaño de Europa, cuya distribución en el continente es por ahora aún poco conocida. En Cataluña sólo se ha encontrado una pequeña población en un hayedo del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, conocida desde el año 2004.
El seguimiento lo llevan a cabo los investigadores Jordi Camprodon y David Guixé, del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña, con la colaboración de Carles Flaquer, del Museo de Ciencias Naturales de Granollers. El ejemplar recuperado es una hembra anillada en diciembre del año pasado y recuperada este mes de noviembre en el mismo refugio (una caja-refugio para aves insectívoras colgada en un árbol) donde fue hallada.
Se trata de una especie migradora, en la cual las hembras presumiblemente vienen de más allá de los Pirineos para aparearse con los machos ibéricos. Pasan aquí el inverno y en primavera regresan a sus regiones de origen para criar a su único retoño. En sus viajes es capaz de recorrer más de 800 kilómetros.
Vive en hábitats forestales, sobre todo en bosques caducifolios, donde busca escondites oscuros en agujeros de árbol para refugiarse. Ocasionalmente pueden ocupar nidales de madera para aves así como refugios especiales para murciélagos. Este tipo de murciélago, que puede medir hasta medio metro de envergadura, se caracteriza por ser la única especie europea que caza pájaros, aunque se alimenta principalmente de insectos.
Precisamente, el Centro Tecnológico Forestal y el Museo de Ciencias Naturales, con la financiación del departamento de Medio Ambiente, han unido esfuerzos para conocer el estado de las poblaciones de murciélagos forestales de Cataluña. Estos conocimientos permitirán tener nuevos datos para mejorar la gestión y conservación de los bosques y la biodiversidad. La mayor parte de los murciélagos que viven en bosques están protegidos por la legislación vigente, muchos están amenazados de extinción, como es el caso del nóctulo grande, y son controladores biológicos de insectos-plaga, que perjudican a la agricultura y la silvicultura.
El vuelo de los insectos, el camuflaje de los pulpos y la cognición humana son tres ejemplos de innovación evolutiva que se basaron, en parte, en eventos de duplicación de genes hace cientos de millones de años.
Han seleccionado a esta especie como bioindicador para vigilar la acumulación de plásticos en el Atlántico norte. La investigación conjunta del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y la Universidad de Azores indica el umbral a partir del que tomar medidas para controlar y mitigar la presencia de estos contaminantes en el medio marino.
