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Un estudio confirma que se mantienen las alteraciones neurológicas provocadas por el virus del sida, a pesar de los antirretrovirales

Un estudio realizado en el Hospital Universitari Germans Trias i Pujol y financiado por la Fundación Lluita contra la Sida confirma que el virus del sida provoca alteraciones en el sistema nervioso central, a nivel neurocognitivo y motor, cosa que se mantiene en la actualidad, pese al uso generalizado del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA). Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista AIDS Research and Human Retroviruses.

VIH. Foto: Los Alamos National Laboratory.

Es sabido que, desde las primeras semanas de la infección, el virus penetra en el líquido cefalorraquídeo y afecta de esta forma diferentes zonas del sistema nervioso central, especialmente del cerebro. Este hecho puede producir lesiones neurológicas de diferentes tipos y ocasionar alteraciones neurocognitivas: problemas de memoria, atención, aprendizaje, capacidad de abstracción o psicomotricitat

Actualmente, diez años después de la introducción de las TARGA, que a diferentes niveles ha provocado que la enfermedad se cronifique, el deterioro neurocognitivo y motor se ha convertido en una de las pocas complicaciones asociadas directamente al virus. Esta situación se da tanto entre enfermos acabados de diagnosticar como en los de larga evolución. De hecho, más de la mitad de las personas infectadas por VIH que han participado en este estudio mostraban signos de afectación del sistema nervioso en este sentido.

En el estudio ha participado un total de 64 enfermos infectados por VIH. Los investigadores dividieron a los pacientes en dos grupos, según su estado inmunitario. Para saber si el sistema inmunitario del paciente es capaz de controlar la infección, los médicos miran el número de defensas que tienen en la sangre, y más concretamente la cantidad de linfocitos CD4. Se considera que si este número es igual o inferior a 200 células CD4 por milímetro de sangre, las defensas del organismo no pueden hacer frente a posibles infecciones oportunistas (por ejemplo, neumonías, tuberculosis, o cándidas), y además pueden aparecer patologías de origen diverso (insuficiencia renal, alteraciones metabólicas o diferentes formas de cáncer, entre otras).

El primer grupo estaba formado por 26 pacientes que habían llegado a tener en algún momento de su infección 200 o menos células CD4 por mililitro de sangre. El segundo estaba formado por 38 pacientes que no habían presentado nunca un nivel inferior a este valor. Los investigadores también dividieron el primer grupo entre los pacientes que tomaban tratamiento y los que no.

Marcador de afectación neurológica
Casi tres de cada cuatro pacientes del primer grupo, los más inmunodeprimidos, presentaban alteraciones neurológicas, mientras que esta situación se daba en la mitad de las personas del segundo grupo. Los autores del estudio también observaron una relación inversamente proporcional entre la cantidad de células CD4 y el deterioro cognitivo, es decir, cuanto más bajo era el nivel de linfocitos CD4 que habían presentado en el pasado, más deterioro cognitivo mostraban en la actualidad. Por este motivo, los investigadores proponen utilizar el número de células CD4 inferior en sangre, llamado valor CD4 nadir, como marcador para poder predecir la afectación neurológica en este tipo de enfermos.

Inicio del tratamiento
Los resultados encontrados por el estudio muestran, además, la relevancia del momento de inicio del tratamiento contra la infección por VIH. La mayoría a veces, el nivel nadir de CD4 presentado en sangre tiene que ver con el momento en el que se inicia el tratamiento. Después de haberse recomendado durante años atrasar el tratamiento hasta que no aparecieran niveles inmunológicos bajos, cada vez surgen más evidencias sobre la necesidad de iniciar la terapia antiviral en las primeras fases de la infección. En este sentido, los resultados del estudio confirman este hecho.

Por otro lado, la investigación también muestra nuevas evidencias sobre la importancia de seguir el tratamiento antirretroviral de forma correcta. Otros estudios llevados a cabo a la Unidad de VIH del hospital Germans Trias anteriormente, ya habían puesto de relieve la necesidad de no abandonar el tratamiento.

Fuente: HGT
Derechos: Creative Commons
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