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Un estudio examina la competitividad exterior de la economía española

El elevado déficit exterior de España, que en 2007 alcanzó los 100.000 millones de euros, equivalentes al 9,5% del Producto Interior Bruto (PIB), plantea serios interrogantes sobre la competitividad de la economía española en los mercados internacionales. Aunque no existe un indicador único que mida el nivel de competitividad de una economía, sí hay un conjunto de ellos que permiten una aproximación fiable y éste es el enfoque que utiliza el estudio Luces y sombras de la competitividad exterior de España, preparado por el Servicio de Estudios de la Caixa.

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Foto: UC3M.

Tres son los indicadores utilizados para medir la evolución de la competitividad de la economía de un país: la cuota de exportaciones, que mide la presencia de los productos dentro del comercio mundial; los indicadores de competitividad-precio, que comparan la evolución relativa de los costes de producción de cada país, y el contenido tecnológico de las exportaciones, que refleja la capacidad de innovación de un país para adaptarse a la nuevas circunstancias.

Así, la cuota de exportaciones españolas de bienes ha pasado de representar el 2,1% del total mundial en 2003 a bajar al 1,7% en 2006. Pero, según el informe, esta reducción no se ha producido por una caída de las ventas de productos españoles, que han crecido todos los años, sino principalmente debido al fuerte auge de las exportaciones de los países emergentes.

La pérdida de cuota española dentro del mercado mundial ha descendido menos de lo que lo ha hecho la del conjunto de los países de la Unión Europea a 15. Otro hecho que ha influido en la pérdida de importancia relativa de las exportaciones españolas es que las ventas españolas a países emergentes son todavía pequeñas. Sólo el 3% de las exportaciones españolas se dirigen a Asia. Además, la gran concentración de las ventas españolas en la Unión Europea a 15, el 70% del total, ha supuesto una vulnerabilidad ante la competencia de los países de Europa Central y Oriental que se han constituido en nuevos miembros de la Unión Europea.

Mayor peso de las exportaciones de servicios

Las exportaciones españolas de bienes tienen, generalmente, un contenido tecnológico medio y bajo, algo que no varía desde hace muchos años. La venta de productos tecnológicamente avanzados apenas representó el 5% del total en 2005, similar al de Portugal o Grecia, pero la mitad del de la Unión Europea a 15.
Respecto a la venta de servicios al exterior, aunque el turismo y el transporte siguen teniendo un peso muy importante, otros sectores, como los servicios a empresas, vienen ganando importancia relativa y, lo que es más remarcable, lo vienen haciendo a ritmos superiores a los que lo hacen en la mayoría de los países de la Unión Europea. Como ejemplo valga decir que los servicios prestados a las empresas han pasado de representar el 9,5% del total de las exportaciones en 1993 a más de un 20% en 2006 al tiempo que los servicios informáticos y financieros prácticamente se han duplicado en el mismo tiempo y superan el 7% del total.

La competitividad en precios de los productos españoles, que se ha deteriorado entre el 12,5% y el 20% en los últimos seis años según los indicadores que se utilicen, es un factor que ha influido en la posición competitiva de la economía española. Las causas principales de este deterioro son el mantenimiento de un diferencial de inflación con los socios comerciales de España, el bajo crecimiento de la productividad de la economía en estos años y, recientemente, la apreciación del euro frente al dólar y las monedas que le siguen como referencia.

Como la pérdida de competitividad en precios de la economía ya no puede compensarse con devaluaciones periódicas del tipo de cambio de la moneda que, en todo caso, no eran sino soluciones temporales, lo que ahora se necesita para recuperar el terreno perdido son medidas que contribuyan a aumentar la productividad, reducir el diferencial de inflación con los países de la zona euro y aumentar la innovación tecnológica y la creación y expansión de nuevas empresas e industrias con mayor valor añadido.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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