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Investigadores de Cataluña han dado un paso más en el diagnóstico del cáncer de colon hereditario. El hallazgo, publicado por la revista Gastroenterology, podría permitir a los pacientes con mutaciones en el gen BRF1 hacer un seguimiento clínico mucho más coherente con su genética.
Científicos del grupo de Cáncer Hereditario del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) han hallado un nuevo marcador genético que explicaría hasta el 1,4% de los casos de cáncer de colon hereditario que no poseen las mutaciones actualmente asociadas a esta enfermedad. El hallazgo, posible gracias a las nuevas técnicas de secuenciación genética, ha contado con la colaboración con otros grupos de investigación nacionales e internacionales.
“En los últimos años hemos secuenciado el exoma –todos los genes– de familias de alto riesgo, con varios miembros afectados por cáncer de colon, pero que no poseen las mutaciones genéticas actualmente asociadas con esta enfermedad”, explica Laura Valle, líder del estudio.
“La finalidad es identificar los genes alterados que causan la agregación de cáncer en estas familias. De esta forma, los portadores de mutación podrán entrar en programas de seguimiento personalizados para detectar precozmente el cáncer, e incluso prevenirlo”, añade.
En el caso del trabajo publicado por la revista Gastroenterology, los investigadores singularizaron al gen BRF1 como gen de cáncer de colon familiar. “Este gen se ha visto mutado en tumores pero nunca se había asociado a riesgo de padecer cáncer”, comenta Valle.
Impacto enorme para los afectados
La secuenciación de este gen en más de 500 muestras provenientes de familias con agregación familiar de cáncer sin alteraciones en genes de alto riesgo habituales reveló 11 variantes nuevas y poco frecuentes del gen. Tras varios estudios funcionales, los investigadores concluyeron que 7 de las 11 variantes podían relacionarse con el riesgo incrementado de cáncer en las familias portadoras.
Así pues, el 1,4% de los casos de cáncer de colon hereditario podrían explicarse por alteraciones en el gen BRF1. “Es un porcentaje bajo”, admite la investigadora del IDIBELL, “pero hemos llegado a un punto en que los ‘grandes genes’ responsables del cáncer hereditario ya han sido descubiertos. Solo nos quedan ‘genes minoritarios’ por desvelar, pero evidentemente el impacto para los afectados es enorme”.
El hallazgo, una vez validado por otros grupos de investigación, podría permitir a los pacientes con mutaciones en este gen hacer un seguimiento clínico mucho más coherente con su genética. “En esta línea, seguimos trabajando en la identificación de mutaciones genéticas y otro tipo de alteraciones no tan convencionales que nos permitan explicar cuántos más casos de cáncer hereditario mejor”, concluye Valle.
Referencia bibliográfica:
*Bellido F, *Sowada N, *Mur P, Lázaro C, Pons T, Valdés-Mas R, Pineda M, Aiza G, Iglesias S, Soto JL, Urioste M, Caldés T, Balbín M, Blay P, Rueda D, Durán M, Valencia A, Moreno V, Brunet J, Blanco I, Navarro M, Calin GA, Borck G, Puente XS, Capellá G, Valle L. Association Between Germline Mutations in BRF1, a subunit of the RNA Polymerase III Transcription Complex, and Hereditary Colorectal Cancer. Gastroenterology. 2017 Sep 11. pii: S0016-5085(17)36142-5. doi: 10.1053/j.gastro.2017.09.005. [Epub ahead of print]