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Día Internacional de la Mujer

En el 8 de marzo no nos olvidamos de las afganas

En este día, desde Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas lanzamos una campaña para recordar que a las científicas de Afganistán el gobierno de los talibanes no les permite ejercer su profesión, que las niñas tienen prohibido ir a la escuela y que las jóvenes no pueden estudiar en la universidad. 

código de vestimenta para las estudiantes afganas
Un alumno de la Universidad privada de Rana sentado junto a un cartel con un mensaje sobre el código de vestimenta para las estudiantes. Las universidades afganas reabrieron el 6 de marzo, pero solo los hombres pudieron volver a clase debido a la prohibición de los talibanes. / EFE /EPA /SAMIULLAH POPAL

En el año 2021 lanzamos desde AMIT (Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas) la campaña #NoMoreMatildas. El 8 de marzo de aquel año recordamos, junto a cientos de miles de personas que siguieron la campaña, las dificultades que han tenido las mujeres a lo largo de la historia para que se reconozca su trabajo científico.

En la mayoría de los países, las mujeres tuvieron prohibido estudiar en la universidad o recibir un título universitario hasta bien entrado el siglo XX. Durante cientos de años, la inmensa mayoría de las niñas y las jóvenes no pudieron seguir estudios reglados lo que les impedía ejercer las profesiones más relevantes.

Con la campaña #NoMoreMatildas quisimos recordar a todas aquellas que, a pesar de las enormes dificultades a las que se enfrentaron, hicieron aportaciones significativas en todos los campos del saber. Esas mismas que, sin embargo, habían sido borradas de los libros de texto y, por lo tanto, de la memoria colectiva. Todas ellas, se merecen un sitio en la historia, se merecen un lugar en los libros de texto y un espacio en nuestra memoria.

Aún siguen existiendo auténticos infiernos y uno de esos lugares de terror es Afganistán que, desde que los talibanes volvieron al poder, es el país más peligroso del mundo para las mujeres

La reivindicación de esas ‘matildas’ es posible ahora porque la situación de las mujeres ha cambiado. Gracias al esfuerzo de las diferentes generaciones de feministas, las mujeres hemos conseguido avances importantísimos en la aplicación de nuestros derechos humanos en la mayoría de los países del mundo. Pero no en todos. Aún siguen existiendo auténticos infiernos para las mujeres y las niñas y uno de esos lugares de terror es Afganistán que, desde que los talibanes volvieron a recuperar el poder en el año 2021, es el país más peligroso del mundo para las mujeres.

Campaña de AMIT por los derechos de las niñas y mujeres afganas a la educación y a ejercer su profesión. / AMIT

Privadas del derecho a la educación

En marzo de 2022, los talibanes anunciaron el cierre de las escuelas de secundaria para las niñas lo que, según Naciones Unidas, priva a 3,5 millones de chicas adolescentes del derecho a la educación. Unos meses después, en diciembre, lo que se prohibió a las jóvenes y mujeres afganas fue ir a la universidad. Unos meses antes, se les habían prohibido algunas carreras: ingeniería civil, veterinaria, ingeniería agrícola o geología. Miles de empleadas públicas, entre ellas investigadoras, fueron despedidas en abril de 2022.

Ofrecemos nuestra voz a las científicas, a las niñas y a las jóvenes afganas para que, primero, sepan que no las olvidamos y, segundo, tengan la esperanza de que su situación puede cambiar

Por eso, este 8 de marzo de 2023 desde AMIT lanzamos una campaña para no olvidar que a las científicas afganas el gobierno de su país no les permite ejercer su profesión, que las niñas afganas tienen prohibido ir a la escuela y que las jóvenes afganas no pueden estudiar en la universidad. Y para recordarnos a todas y a todos que eso está ocurriendo hoy volvemos a la figura de Matilda. Porque Matilda simboliza a las mujeres que antes de nosotras tuvieron que enfrentar enormes dificultades. También, que la lucha constante permite acabar con situaciones que a veces parecen insuperables y que la situación de las mujeres mejora cuando trabajamos juntas.

Nosotras no hemos avanzado a hombros de gigantes, hemos avanzado subidas a los hombros de otras mujeres que, como nosotras, no se callaron, que no olvidaron y que no permitieron que nadie las convenciera de que ellas valían menos. Por eso, ofrecemos nuestra voz a las científicas, a las niñas y a las jóvenes afganas para que, primero, sepan que no las olvidamos y, segundo, tengan la esperanza de que su situación puede cambiar.

Como sociedad no podemos permitir que el número de excluidas siga aumentando. No podemos aceptar que en pleno siglo XXI se condene a convertirse en ‘matildas’ a las mujeres, las jóvenes y las niñas afganas

María Teresa Paramio Nieto, catedrática de la Universitat Autònoma de Barcelona y presidenta de AMIT y Victoria Toro, periodista de ciencia y directora de Comunicación de AMIT.

Fuente:
SINC
Derechos: Creative Commons.
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