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Hombre blanco mayor, con pelo revuelto y poder para destruir el mundo; así es el clásico científico del cine, pero algo está cambiando en Hollywood. Desde hace diez años, la Academia Nacional de Ciencias de EEUU asesora a guionistas y directores para que dejen atrás los viejos estereotipos y apuesten por personajes diversos, como la inventora Shuri de la exitosa Black Panther.
Este 2018, tres películas han alcanzado el pódium internacional de las más vistas, después de batir el récord de los mil millones en taquilla: Los vengadores Infinity War, Black Panther y Jurassic Word: El Reino Caído.
Aunque su fórmula del éxito no es ningún secreto –un presupuesto millonario, actores de fama mundial y una gran dosis de efectos especiales–, estos títulos comparten un curioso ingrediente: los tres cuentan con científicos y científicas en su plantilla de protagonistas.
En Los Vengadores, el ingeniero Tony Stark, creador y alter ego de Iron Man, es uno de los líderes del grupo de superhéroes que van a salvar el mundo. Otros vengadores, como el doctor Bruce Banner (Hulk), también tienen formación en ciencias.
En la cinta de Black Panther, la científica Shuri está detrás de las tecnologías más futuristas de Wakanda, el reino africano creado por Marvel. Y, finalmente, la última entrega de la saga jurásica la protagonizan tres científicos: Owen Grady, exmilitar y etólogo de dinosaurios que llevó una investigación conductual con los velociraptores; Claire Dearing, directora de operaciones del parque e Ian Malcolm, matemático experto en la teoría del caos.
Ahora bien, inventores y genios en las películas ha habido siempre. Lo novedoso es que, si antes eran representados como hombres blancos de avanzada edad dispuestos a cualquier locura o villanía para lograr sus objetivos, en los últimos años Hollywood ha optado por incluir perfiles cada vez más diversos en sus taquillazos.
“Antes, en las películas se reproducía una y otra vez el estereotipo de científico loco y excéntrico (como Doc del Regreso al Futuro) o el del villano que está dispuesto a cualquier cosa para alcanzar sus propósitos (como en Jurassic Park o en ET)”, declara a Sinc Pablo Francescutti, investigador en el Grupo de Estudios Avanzados de Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos. “Pero en los últimos años ha habido un cambio. Ahora hay perfiles más variados”, añade.
Doc en Regreso al Futuro/ Universal Pictures
Shuri es uno de los mejores ejemplos de ese cambio de tendencia. Mujer joven, negra, exitosa y sociable, con pinturas tribales en la cara y sin bata blanca; su perfil contrasta con el estereotipo de científico del que hablaba Francescutti. Asimismo, el diseñador de Iron Man, “genio, multimillonario, playboy y filántropo”, como se describe a sí mismo el personaje, poco tiene que ver con el Doctor Frankenstein.
Carlos Elías, catedrático de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid y experto en la interacción entre la ciencia y la tecnología con el periodismo, señala, sin embargo, que los clichés y arquetipos negativos de la figura del investigador aún son predominantes en la industria del entretenimiento.
Y esto es relevante porque el cine, como medio de comunicación, influye en la percepción de la gente sobre la ciencia. “La imagen que tienen las personas, en especial los jóvenes, de la ciencia suele venir de los medios de comunicación”, declara Elías a Sinc.
“Es lógico pensar que si los alumnos de Secundaria ven constantemente a los científicos representados como frikis, chiflados, malvados o pringadillos como en The Big Bang Theory, no quieran seguir sus pasos. En la cultura occidental hay más películas o series sobre abogados, políticos o gente de letras en general que han triunfado”, continúa.
Si bien es difícil probar que la representación de los científicos tiene un impacto directo en la percepción que se tiene de ellos, hay estudios que establecen una correlación entre ambos factores. Una investigación publicada en 2009, liderada por la doctora en Psicología Susan Losh, analizó la representación de los científicos y la opinión que se tenía de ellos entre 1983 y 2001. El estudio mostraba que, según la representación de los científicos se volvía más positiva, los encuestados tenían más fe en su trabajo.
Cintas como Interestellar o La Llegada, que incluyen protagonistas con aspectos, personalidades y objetivos más variopintos, “pueden contribuir a que la idea que tiene el público sobre el experto en ciencias no se estanque”, precisa Francescutti.
Owen Grady en Jurassic World: el Mundo Perdido/ Universal Pictures
Directores y productoras están dejando atrás los viejos estereotipos para darle más realismo a sus historias. Por ello, en 2008 la Academia Nacional de Ciencias de EE UU (NAS, por sus siglas en inglés) creó el programa de Intercambio entre Ciencia y Entretenimiento para conectar la ciencia con el talento creativo de Hollywood y para llevar más y mejor contenido al cine y la televisión.
“Al promover una relación colaborativa entre ciencia y entretenimiento, exponemos a la audiencia a contenidos y personajes que, de otra manera, no hubieran tenido visibilidad”, declara a Sinc Ann Merchant, directora ejecutiva adjunta de la oficina de comunicación de la NAS.
Desde el programa ponen en contacto a guionistas o directores con expertos para asesorarlos sobre los aspectos científicos más importantes. “Nos han consultado en todas las películas de Marvel desde Iron Man 2 (con la excepción de las cintas de Deadpool) y les hemos asesorado sobre la trama y los personajes”, cuenta Merchant.
Para Marvel hacer personajes más creíbles es un valor competitivo. De hecho, el recientemente fallecido Stan Lee reconoció en el documental Superheroes: A Never-Ending Battle que, aunque no sabía de ciencia, intentaba dotar de credibilidad científica a los superhéroes.
“Cuando Superman vuela, no hay explicación de cómo lo hace”, dice Lee en el documental. “Pero Thor tiene su martillo y lo hace girar tan rápido como una hélice. Ahora, el martillo está atado a su muñeca. Así que, cuando el martillo sale disparado al espacio, se lo lleva junto con este. Y así es como vuela. ¡Hecho indiscutible! Y esa es la diferencia entre nosotros y la competencia”.
“En particular, trabajamos con el equipo creativo en la película Thor: El Mundo Oscuro para ayudar a dar forma al personaje de Natalie Portman, que en los cómics es enfermera y en las películas astrofísica”, destaca Merchant.
Según la experta, el objetivo con este cambio era recalcar que ellas también se dedican a la ciencia. Según un informe publicado en 2018 por el Instituto Geena Davis y la Fundación Lyda Hill, “las mujeres son superadas en número por los hombres casi 2 a 1 en los roles de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en la televisión y en las películas”. Para Merchant, la falta de roles femeninos puede disuadir a las niñas de elegir carreras STEM.
“El problema es que cuando un científico aparece como parte de una historia, a menudo se trata de un hombre blanco mayor, el estereotipo más repetido de todos”, señala la investigadora. “Esto ocurre porque los guionistas escriben sobre su experiencia y, si no conocen muchas científicas, suelen recurrir a los estereotipos que ellos mismos han visto en los medios de comunicación”, continúa.
La conexión entre ciencia y entretenimiento puede ayudar a equilibrar los pesos de la balanza. “Al asegurarnos de que un gran número de nuestras consultas técnicas son conducidas por mujeres y al apostar por personajes femeninos fuertes, mostramos a la comunidad creativa un lado diferente de la ciencia con la esperanza de inspirar nuevos personajes”, afirma. “Esto es importante porque la presencia de mujeres y científicas en cine y televisión es el presagio del cambio no solo en la pantalla, sino en el mundo real”.
Jane Foster en Thor: El Mundo Oscuro / Marvel