Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid han logrado aislar un material bidimensional derivado del antimonio con propiedades que superan algunos de los problemas del grafeno. Su estabilidad en condiciones ambiente e incluso sumergido en agua lo convierte en un atractivo candidato para aplicaciones electrónicas.
Investigadoras de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado un panel con residuos textiles que mejora las condiciones térmicas y acústicas de las edificaciones, a la vez que reduce el impacto energético asociado a la producción de materiales de construcción y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las láminas de grafeno se pueden pelar, plegar y rasgar en tiras de forma espontánea cuando se les aplica calor, según han demostrado dos científicos irlandeses. El avance podría conducir a nuevas tecnologías de autoensamblaje para transformar materiales bidimensionales en complejas estructuras en 3D.
Investigadores de la Universitat Rovira i Virgili, en Tarragona, han diseñado un sensor fotónico utrasensible capaz de registrar concentraciones muy pequeñas de contaminantes en el agua. El prototipo mejora otro sensor anterior, patentado por el mismo grupo, que detecta el hielo de las alas de los aviones.
Investigadores de la Universidad de Extremadura han participado en un proyecto internacional para crear implantes óseos de forma personalizada con materiales biodegradables. Mediante técnicas de imágenes médicas han reproducido e imprimido en 3D una copia exacta de la pieza ósea requerida, de manera que encaje perfectamente en el paciente.
Investigadores de la Universidad del País Vasco han participado en el desarrollo de una nueva ruta para producir carbino, cadenas de carbono extremadamente largas con propiedades mecánicas superiores a las del diamante y el grafeno. Para conseguirlo han utilizando nanotubos de pared doble como protector, ya que estas cadenas son muy inestables en condiciones ambientales.
El Graphene Flagship ha celebrado hoy en Barcelona la reunión de lanzamiento de una nueva línea de trabajo dedicada a tecnologías biomédicas. El objetivo es desarrollar implantes inteligentes basados en grafeno con funcionalidades terapéuticas en disciplinas como neurología, oftalmología y cirugía.
La biolixiviación es una técnica que emplea microorganismos para recuperar metales procedentes de los residuos electrónicos de los teléfonos móviles. Este fenómeno físico, estudiado por científicos catalanes, se podría adaptar fácilmente a otros tipos de desechos electrónicos como televisores, ordenadores y neveras, y evitar que los residuos perjudiquen el entorno.
Por primera vez un equipo internacional de investigadores, con partipación del CSIC, ha demostrado que se pueden obtener partículas de Majorana en grafeno. Estas partículas, descritas en 1937, son materia y antimateria al mismo tiempo. Los resultados del estudio suponen un avance en el campo de la computación cuántica.