Cucujus cinnaberinus.
Melitaea aurelia.
Investigadores estadounidenses han descubierto un nuevo anfibio carnívoro y terrestre, Fedexia striegeli, que se expandió y diversificó debido a un cambio climático caracterizado por un periodo más seco y cálido hace 300 millones de años. Fedexia striegeli es uno de los escasos fósiles de anfibios relativamente grandes que muestran evidencia de una historia de la vida terrestre tan temprana en el tiempo geológico.
Ante la imposibilidad de cumplir este objetivo para el año 2010, el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea (UE) ha adoptado hoy en Bruselas (Bélgica) tres conclusiones post-2010 en materia de biodiversidad. España, representada por Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), ha liderado el trabajo para alcanzar un consenso.
La Red Europea de Agencias de Medio Ambiente, que celebra su XIV reunión hoy y mañana en Bilbao, y que está organizada por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) y con el apoyo del Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco, intentará responder a esta pregunta al definir estrategias para que la legislación ambiental sea más eficaz y para incrementar el rendimiento de la comunicación ambiental a la sociedad.
Un equipo de investigadores del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Santiago (USC) ha diseñado nuevas estructuras para el engorde de este cefalópodo en cautividad. Es un proyecto nacional en el que participan todas las comunidades autónomas que tienen mar.
En algunas de las vastas regiones del Ártico, muchas veces no hay diferencia entre el día y la noche, porque durante ciertas épocas del año, el sol no se pone, o no sale, lo que puede provocar cambios en los animales. Científicos británicos y noruegos han estudiado el caso del reno del Ártico, que ha encontrado una solución para vivir bajo estas condiciones extremas: ha abandonado el uso del reloj interno que dirige los ritmos biológicos cotidianos.
El minucioso estudio de investigadores del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) y del Área de Prehistoria de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, sobre las abundantes herramientas de piedra y de los restos de fauna en el yacimiento de Vallaparadís demuestra que hace un millón de años ya vivían seres humanos en la zona mediterránea de la península ibérica de Terrassa (Barcelona).
Vista general del yacimiento de Vallparadis, en Terrassa (Cataluña)
Reno del Ártico (Rangifer tarandus) en Parque Nacional Denali en Alaska (EE UU).