La clave está en cómo se moldea el halterio, el ala modificada que permite a estos insectos mantener el equilibrio y realizar maniobras complejas mientras vuelan.
Una nueva investigación realizada en más de 700 mujeres embarazadas revela que la exposición prenatal a la polución atmosférica se asocia con cambios en el tamaño de estructuras cerebrales fetales. Entre los cambios se encuentran el aumento de los ventrículos laterales y la cisterna magna, además de un posible retraso en la maduración cerebral.