Para el primatólogo estadounidense Richard Wranglam, el surgimiento del Homo erectus y del linaje que desembocó en el Homo sapiens es la consecuencia directa del control del fuego y la cocción de alimentos. Aunque su tesis flaquea, la lectura de su libro es buena para pensar.
El ritmo es un aspecto fundamental de la música, la danza y el lenguaje. Sin embargo, no sabemos hasta qué punto nuestras habilidades rítmicas dependen de mecanismos evolutivamente antiguos que pueden estar presentes en otros animales. Un estudio de la Universidad Pompeu Fabra ha comparado el comportamiento de roedores y humanos para estudiar cómo reaccionan ante la detección del ritmo.
En el lago Mweru se encontraron 40 nuevas especies. / St. John's College
En el lago Mweru, en África central, las hembras de los cíclidos no pueden reconocer a los machos de su propia especie en condiciones de baja visibilidad, por eso se aparean con otros y aceleran la evolución de nuevos linajes. Son las protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia.
Algunas de las adaptaciones evolutivas que nos permiten evitar contagios mortales también nos hacen más vulnerables a patologías inflamatorias y autoinmunes, afirma un nuevo estudio. Estos resultados pueden facilitar el diseño de terapias adaptadas a las características de cada población.
El sistema de señalización Eph/efrinas, que regula la organización de los tejidos en los vertebrados, ya estaba presente en organismos unicelulares anteriores a los animales, en contra de lo que hasta ahora se pensaba, como acaban de descubrir investigadores del Instituto de Neurociencias en Alicante.
Molar inferior de 'Gigantopithecus blacki' estudiado con un tamaño de 13 milímetros. / Wei Wang, Theis Jensen.
Paisaje del área que rodea la cueva Chuifeng (China) donde fue encontrado el fósil. / Wei Wang
Un estudio, con participación española, ha recuperado la evidencia molecular más antigua sobre la evolución de los homínidos gracias a la reconstrucción de las proteínas del esmalte de un molar fósil del simio gigante extinto Gigantopithecus blacki de dos millones de años de antigüedad. Su análisis ha logrado resolver la duda de si perteneció o no al linaje humano.
Vista dorsal y lateral del cráneo original y de la imagen tomográfica de Gallotia auaritae. / ICP