Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de La Rioja ha descubierto que ciertas especies de terópodos podían correr a una velocidad de 45 kilómetros por hora. El análisis de las huellas fosilizadas de estos dinosaurios carnívoros bípedos también ha permitido confirmar su agilidad.
Un estudio con participación española ha concluido que este animal prehistórico, al vivir en un ecosistema insular, poseía unas características muy distintas a las de sus parientes continentales: crecía a un ritmo muy lento, alcanzaba la madurez sexual alrededor de los 15 años y tenía una esperanza de vida larga, de al menos 68 años.
Estas pisadas fosilizadas halladas en el yacimiento a de Laetoli en Tanzania en la década de 1970 no son de osos, sino de humanos primitivos. Así lo confirma un nuevo estudio que presenta pruebas concluyentes de que múltiples especies de homínidos coexistieron en esa región y que el desconocido dueño de las huellas caminaba erguido.
Más de 60 especialistas, entre los que se encuentran arqueólogos, antropólogos, conservadores y genetistas de 24 países distintos, han desarrollado un decálogo ético internacional que regula la investigación en paleogenómica. El documento, que ha sido traducido a 23 idiomas hasta ahora, promueve que esta joven disciplina siempre mire al pasado con el respeto que merecen todas las personas que vivieron.
No es fácil encontrar en el mundo de la ciencia una persona de la talla de Emiliano Aguirre (Ferrol, 1925 - Burgos, 2021). Sus inicios en el ámbito de la ciencia española, allá por la década de 1960, no fueron sencillos. Pero su capacidad de trabajo, su inteligencia y su tesón le llevaron a conquistar metas inaccesibles para la mayoría.
Descubierto en 2001, el fósil de un pequeño reptil parecido a un lagarto no había podido ser analizado hasta que estalló la pandemia de covid-19. Durante el confinamiento, un equipo de paleontólogos descubrió que el cráneo del animal, de hace 231 millones de años de antigüedad, arroja luz sobre la historia evolutiva del grupo más diverso de vertebrados terrestres actualmente vivos.
Se obtienen datos que demuestran, en contra de lo asumido hasta ahora, que los primeros cazadores-recolectores de nuestra especie no evitaron las tierras del interior mesetario durante el Último Máximo Glacial.
Ammitocyon kainos es la nueva especie hallada en el yacimiento del Mioceno de el Cerro de los Batallones, en Madrid. Este hipercarnívoro, que debía pesar unos 230 kilos, pertenece a la familia de los anficiónidos, popularmente conocidos como ‘perros-oso’.
Un niño de tres años fue enterrado hace 78.000 en Kenia, arropado y dispuesto como si estuviera en su lecho, dormido. ¿Para qué sirve si ya había fallecido? El enterramiento, el primero hallado en África, le da todo su valor. Cuando ocurre la muerte, al Homo sapiens le queda seguir tratando a los muertos con la misma consideración que a los vivos.
Un estudio liderado por el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont analiza la relación de parentesco entre dos grandes primates antropomorfos extintos a partir de la forma de los canales semicirculares de su oído interno. Esta estructura revela datos que reconstruyen el parentesco entre las especies de primates fósiles y confirma que ambos homínidos son distintos entre sí y muy similares a los chimpancés y a los bonobos actuales.