Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid y el Centro de Astrobiología iniciaron una fase de perforaciones en Río Tinto, al sur de España, en búsqueda de vida microbiana que pudiera desarrollarse en el subsuelo de Marte.
¿Hay vida fuera de la Tierra? Para responder a esta pregunta los científicos se han fijado desde hace tiempo en Marte. Pero identificar los posibles indicios de vida requiere un trabajo previo para comprender las características de las formas de vida que sobrevivirían en las condiciones del planeta rojo. La Universidad de Burgos, que estudia los microorganismos terrestres extremófilos (que sobreviven en condiciones extremas), ha sido pionera en aplicar una técnica conocida como espectroscopía Raman a la Astrobiología.
Tras tres semanas de intenso trabajo, Fernando Rull, responsable de la Unidad Asociada CSIC-UVA al Centro de Astrobiología, y Antonio Sansano, uno de los miembros de su equipo, han regresado satisfechos a Valladolid. El pasado 6 de agosto partieron rumbo al Ártico con el objetivo de probar el espectómetro Raman-Libs, uno de los instrumentos que se enviará a Marte en el marco de la misión Exomars, cuyo fin radica en encontrar signos de vida en el planeta rojo. Según ha precisado a DiCYT Fernando Rull, las expectativas “se han cumplido muy bien” y se ha constatado el funcionamiento del Raman en modo remoto a partir de 150 metros.
Caracterizar geomicrobiológicamente el subsuelo de un entorno árido salino y probar nuevos equipos de detección de vida en ambientes extremos es el objetivo de la campaña que un grupo de científicos del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), en colaboración con la chilena Universidad Católica del Norte, va a iniciar en el desierto de Atacama (Chile) a finales de julio.