Las mujeres obesas corren el peligro de sufrir problemas en el embarazo, en el parto y en la salud del bebé. Un nuevo estudio sobre más de 3.000 gestantes lo confirma y, además, revela que el bajo peso de la madre también se relaciona con complicaciones específicas.
Los hijos de aquellas madres que tomaron más pescado durante el embarazo obtuvieron mejores resultados en los test de inteligencia verbal, motricidad y conducta social. Así lo recoge un estudio que publica el American Journal of Clinical Nutrition y coordinado desde la Universidad de Granada (UGR).
No es ningún secreto que las embarazadas son muy vulnerables al calor. Ahora, un nuevo estudio, liderado por investigadores del Centro de Investigación Epidemiológica y Ambiental de Barcelona (CREAL), sostiene que las temperaturas altas provocan una disminución en la duración de la gestación. Un episodio de calor inusual el día antes del parto se asocia con una reducción de un día de duración promedio de embarazo.
“Más de la mitad de las personas afectadas por el VIH en el mundo son mujeres”, según Piedad Arazo, presidenta del Congreso Nacional sobre el Sida que se celebra estos días en Zaragoza. El seguimiento irregular del tratamiento antirretroviral y su interacción adversa con los anticonceptivos orales son algunas de las razones que convierten las mujeres en un colectivo especialmente vulnerable a la infección.
Investigadores españoles demuestran que la exposición de las embarazadas a un compuesto químico, conocido como DDE, está asociada con un rápido aumento de peso del bebé durante los primeros seis meses de vida. Este incremento potencia el riesgo a padecer obesidad durante la infancia.