Una ola de graves incendios lleva ya varias semanas afectando a diferentes regiones de España y concentrando, como es natural, la atención de la ciudadanía, los medios de comunicación, los expertos y la esfera política. Son muchos los que buscan los porqués de la intensidad y voracidad del fuego, que ha arrasado más de 400 000 hectáreas.
Estos fenómenos amenazan la salud pública más allá de la destrucción visible. Un análisis de los devastadores fuegos de agosto de 2023 en Lāhainā (Maui, Hawái) revela que la mortalidad fue dos tercios más alta de lo esperado ese mes.
Un análisis internacional revela que, a pesar de que la superficie quemada total disminuyó entre 2002 y 2021, se incrementó el número de personas afectadas en el mundo. Según los resultados, el 85 % de ellas viven en África. Los incendios forestales entre 1990 y 2021 han causado al menos 2 500 muertes y 10 500 heridos.
Los megaincendios de este verano en España evidencian no solo los efectos del cambio climático, sino también la desinformación que desvía el foco de las causas reales. Hablamos con Elvira Santiago y Carmen Rodríguez, de la Universidad de A Coruña, sobre cómo estos discursos simplifican y distorsionan el problema.
En tan solo una semana de agosto se han calcinado en nuestro país cerca de 100 000 hectáreas y en lo que va de año, el triple que en todo 2024. Regiones como Galicia, León o Zamora repiten grandes incendios cada verano, un hecho que podría minimizarse con prevención. Hablamos sobre su gestión con Imma Oliveras, investigadora del Environmental Change Institute de Reino Unido.
La lucha contra los incendios ha dejado de centrarse exclusivamente en la extinción. Hoy se plantea desde una óptica más ambiciosa y estructural, en la que la innovación tecnológica, la participación ciudadana y la gestión territorial son imprescindibles.
El fuego comenzó el martes 15 en los montes de Arafo, en el sur de Tenerife, y se ha extendido a los municipios de Candelaria, El Rosario, La Victoria, Santa Úrsula y La Orotava. El gobierno canario advierte que la calidad del aire es desfavorable en cuatro de estos municipios.
El proyecto europeo FirEUrisk, en el que participa el CSIC, destaca la importancia de educar a la población en prevención y toma de decisiones para salvar vidas cuando las llamas se acercan. Las herramientas desarrolladas integran los factores de riesgo y la supresión del fuego, tomando en consideración las condiciones climáticas, pero también a las personas, infraestructuras e impactos socioeconómicos.
Un equipo de la estación experimental del Zaidín-CSIC han estudiado la evolución de las comunidades microbianas existentes en bosques mediterráneos afectados por incendios. La zona de investigación ha sido Lanjarón, en el Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada, que sufrió un gran fuego en 2005.
El incendio sigue activo y en propagación, en especial en el sector sur, donde se concentran los trabajos, y en la Caldera de Taburiente, de difícil acceso, con alrededor de 200 hectáreas del parque ya afectadas. Preocupan los efectos que puedan tener las altas temperaturas previstas para hoy.