Son conocidos los efectos de la relatividad a escala cosmológica, como en los eclipses planetarios o en las galaxias que actúan como lentes gravitatorias, pero las leyes de la relatividad de Einstein también determinan las distancias a las que las fuerzas entre dos materiales que se van a tocar empiezan a actuar. Investigadores de la Universidad de Alicante lo han demostrado con átomos de oro. Estos efectos son fundamentales para entender cómo se forman los enlaces moleculares.
Comprender cómo es el proceso de la fundición de un metal desde el interior del mismo y en ausencia de gravedad permitiría que en el futuro se puedan crear nuevos metales con las propiedades necesarias para la función que este va a realizar. Este es un nuevo proyecto de la Agencia Espacial Europea que se ha realizado gracias a un instrumento denominado Transparent Alloys. El experimento inicia en febrero su segunda fase.
Los residuos derivados del tratamiento de agua destinada al consumo humano y el compost generado con los desechos sólidos urbanos se pueden incorporar a suelos mineros para inmovilizar arsénico, plomo y otros elementos nocivos para la salud y el medio ambiente. Así lo demuestra un estudio de investigadores españoles e italianos.
Investigadoras de la Universidad del País Vasco han demostrado que solo una fracción del metal contenido en los sedimentos fluviales se incorpora al organismo. En su estudio han estimado la bioaccesibilidad de los metales detectados en el río Deba simulando in vitro las condiciones que sufriría el sedimento en el tracto digestivo de una persona.
Una nueva investigación analiza la exposición alimentaria de la población valenciana al plomo, cadmio, arsénico inorgánico y mercurio. Los resultados confirman que si bien no está expuesta a un exceso de metales, es necesario continuar vigilando los niveles en los alimentos. En España el 8% de la población adulta y el 12% de los niños españoles podrían superar la cantidad semanal tolerable de metilmercurio por consumo de pez espada y atún.
La Sierra Minera de Cartagena-La Unión (Murcia), inoperativa desde 1990, presenta niveles elevados de toxicidad fruto de los elementos potencialmente tóxicos contenidos en sus residuos. Un estudio en el que participa la Universidad Complutense de Madrid revela concentraciones de arsénico, cadmio y plomo en muestras de suelos y agua que son perjudiciales para la salud humana.
Para conocer los niveles de exposición a contaminantes ambientales de una zona, los científicos pueden analizar la concentración de metales en los órganos de los animales, que se convierten en bioindicadores del entorno. Ejemplo de ello es un nuevo estudio con zorros rojos de Galicia, que revela un nivel bajo de cadmio, plomo y cinc en el noroeste de España.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han comprobado que la aplicación del Laser Shock Processing, un tratamiento mediante ondas de choque generadas con láser, sobre la superficie de materiales metálicos mejora sus propiedades de resistencia al desgaste, la corrosión y la propagación de grietas. La técnica se ha probado con éxito en turbinas y componentes de las prótesis de cadera.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han evaluado el riesgo para el ser humano cuando se expone a metales en huertos urbanos, mediante un análisis de su bioccesibilidad o disposición para la absorción. Los resultados ayudarán a adoptar estrategias para gestionar mejor los lugares contaminados.
Investigadores de la Universidad de Cádiz han aplicado una técnica basada en la evaluación de las pérdidas de masa en muestras contaminadas para corroborar que los contaminantes metálicos han desaparecido. Este sistema permite reducir el tiempo de análisis a unas horas.