Una dieta sana y el ejercicio adecuado desempeñan un papel clave en el tratamiento y prevención de la obesidad, sin embargo, aún se conoce poco sobre la relación que existe entre ambos factores. Ahora, un nuevo estudio revela que el aumento en los niveles de actividad física se asocia con una mejoría en la calidad de la dieta.
Una investigación analiza el patrón dietético de la población adulta española con alto riesgo cardiovascular. Los resultados revelan un consumo elevado tanto de carne roja como de pescado. Pero mientras que comer mucho embutido se asocia con mayor peso y tasa de obesidad, el consumo de pescado se vincula con una menor concentración de glucosa y un menor riesgo de diabetes.
Un equipo internacional de investigadores ha descubierto que el gen IRS1, asociado a una menor grasa corporal, incrementa –paradójicamente– el riesgo de enfermedad cardiovascular y de diabetes tipo 2.
Investigadores estadounidenses han descubierto una nueva estrategia para combatir la obesidad: un interruptor biológico que convierte la grasa blanca, la grasa que almacena calorías, en grasa parda, que las quema. Este hallazgo, publicado en la revista Cell Metabolism, subraya que el cambio se produce principalmente en un ambiente con muchos estímulos sociales y físicos.
Una duplicación en una región del cromosoma 16p11.2 parece estar relacionada con un índice de masa corporal bajo. Foto: Sebastián R.
Por primera vez se ha descubierto cierta región en un cromosoma que, cuando contiene duplicaciones de material genético, está relacionada con un bajo peso del individuo. La misma región se asocia con la obesidad si presenta pérdidas de ADN. En el hallazgo, que se publica en Nature, participan investigadores del Centro de Regulación Genómica, en colaboración con más de 100 centros internacionales.
Un proyecto pionero de investigación trata de encontrar nuevos ingredientes que actúen sobre la regulación del apetito y la obesidad, principalmente a partir de productos alimentarios como cereales, frutas, leguminosas y aceitunas.
Aunque en la última década se ha estabilizado el exceso de peso en las niñas y los niños españoles (de entre 6 y 9 años), éste afecta al 45,2% de la población infantil. Así lo revela el estudio ALADINO, realizado por la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y que ha presentado este jueves la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín.