Caballo pintado en el techo de polícromos de la cueva de Altamira. Época magdaleniense.
Barandiaran explica cómo uno de los equipos de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) que coordina A. Tarriño está estudiando los sitios prehistóricos a los que llegó el sílex de Urbasa: desde Asturias hasta el centro del Pirineo francés. Para este experto en culturas y estratigrafía del Paleolítico Superior avanzado (15.000-10.000 a.c), las gentes del Paleolítico Superior eran tribus cazadoras y nómadas: "Cuando se dice ‘eran como nosotros’, la frase está equivocada: nosotros somos como ellos”.
La Universidad de Salamanca ha iniciado un proyecto para estudiar la cueva de La Griega, situada en la localidad segoviana de Pedraza. A través de la reconstrucción en tres dimensiones (3D) gracias al láser y programas informáticos, los investigadores pretenden obtener datos sobre los patrones habitacionales del hombre del Paleolítico, es decir, el uso que le daba a las diferentes partes de la cueva y su posible relación con las pinturas rupestres que contiene.
La revista estadounidense “Journal of Archaeological Science” acaba de incluir en su edición electrónica un estudio realizado por un equipo de investigadores de las universidades de Cantabria y Nuevo México sobre uno de los hogares de cocina identificados y excavados en el vestíbulo de la Cueva del Mirón, en Ramales de la Victoria (Cantabria). Se trata de una estructura del periodo magdaleniense inferior, excavada en las campañas de 2005 y 2006, cuya antigüedad es de 18.500 años.