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Un nuevo estudio realizado en ratones y humanos describe nuevas vías de tratamiento para la recuperación de la visión como el trasplante de células madre modificadas que sean capaces de reaccionar frente a la señal de rescate emitida por las células retinianas moribundas.
Inyectando nanopartículas poliméricas en los ojos de ratas ciegas se pueden estimular las neuronas retinianas y rescatar las funciones visuales, según una investigación desarrollada por científicos de la Universidad de Granada y otros centros internacionales. El avance abre una nueva vía en prótesis retinianas, con aplicaciones potenciales para la retinitis pigmentosa y la degeneración macular.
Anteriores estudios mostraron los cambios en la retina de pacientes con alzhéimer en estadio leve. Ahora, un equipo liderado por la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto que esas mismas alteraciones en el grosor de la región central de la retina también se dan en familiares, sin síntomas de pérdidas de memoria pero con alto riesgo genético a la enfermedad.
La búsqueda de biomarcadores que permitan la detección precoz de la enfermedad de Alzhéimer es uno de los grandes retos de la medicina actual, y la retina es uno de los más atractivos. Un equipo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid ha identificado, por primera vez, la forma, el tamaño y la ubicación exacta de las regiones afectadas por la enfermedad en cada capa retiniana, analizando los cambios de espesor que se producen en pacientes en estadio leve.
Un método planteado por investigadores vallisoletanos, fundamentado en un algoritmo, es capaz de localizar de forma automática hemorragias y microaneurismas en la retina, que son indicadores tempranos de retinopatía diabética, la principal causa de ceguera en los países desarrollados.
Es muy difícil y raro tener la oportunidad de estudiar el sistema nervioso de una ballena adulta, como la que quedó varada en la playa de Sopela en Bizkaia. Sin embargo, este suceso ha permitido a una investigadora de la Universidad del País Vasco extraer un ojo al mamífero marino, una vez fallecido, y descubrir que el órgano todavía presentaba células vivas. El trabajo permitirá profundizar en el estudio del glaucoma.
Científicos españoles han analizado los actuales métodos para medir la toxicidad de un producto que se utiliza tras la cirugía por desprendimiento de retina y que en 2015 causó cerca de 120 casos de ceguera en España. El estudio demuestra su falta de validez y describe un método alternativo que sí permite certificar la seguridad de los lotes y que ya ha sido patentado por la Universidad de Valladolid.
Una investigación en la que participan científicos de España y Estados Unidos constata que la acumulación de una proteína –conocida como alfa-sinucleína– en la retina es un buen biomarcador para describir el párkinson y el grado de severidad de esta enfermedad. Las personas afectadas a menudo experimentan trastornos visuales.
Un equipo científico de EE UU ha creado un dispositivo con células madre embrionarias humanas para tratar la degeneración macular asociada a la edad. El tejido artificial, probado con cuatro personas que sufrían la enfermedad en fase avanzada, detuvo la pérdida de visión. Uno de los pacientes logró leer 17 letras más que antes de la cirugía.
Desde hace años se buscan alternativas para reducir el sufrimiento animal en investigación y acelerar los ensayos clínicos. Un nuevo dispositivo, que contiene células vivas y reproduce la estructura y las condiciones fisiológicas de la barrera hematorretiniana, permite ensayos in vitro de fármacos y el estudio de enfermedades como la retinopatía diabética sin recurrir al modelo animal.