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El cambio climático ha calmado los vientos de los bosques boreales de las latitudes más altas. Un estudio, con participación española, ha permitido analizar las consecuencias de esta dinámica en los ritmos de la naturaleza y concluye que la tranquilidad de los vientos está favoreciendo la productividad de la vegetación.
Un nuevo estudio revela que el efecto fertilizante que tenía el exceso de CO2 sobre la vegetación está disminuyendo en todo el mundo. La falta de agua y nutrientes puede provocar que los niveles de carbono en la atmósfera suban, que aumenten las temperaturas y que haya cambios en el clima cada vez más graves.
Las bajas temperaturas, la sequía y la alta radiación solar son las condiciones extremas a las que se enfrenta la vegetación de alta montaña de la península ibérica. Una investigación ha recopilado los mecanismos de respuesta fisiológicos en este tipo de plantas, la mayoría herbáceas y arbustos de baja estatura, para sobrevivir en estos ambientes tan hostiles.
Las personas que viven en vecindarios con más espacios verdes o más cercanos a entornos naturales experimentan una menor pérdida en la velocidad al caminar. Así concluye un nuevo estudio, publicado en Environment International, que contribuye a la creciente evidencia sobre los beneficios de estos espacios en la salud.
Un equipo científico español ha llevado a cabo un análisis de polen en sedimentos para ver las variaciones ambientales de los valles de los ríos Manzanares y Jarama, claves para el estudio del cambio climático. Los resultados del trabajo muestran cómo en los últimos miles de años ha cambiado tanto la vegetación como la temperatura. Pero a principios del Holoceno, la disminución de la vegetación se produjo más debido a la acción del ser humano que por el clima, según los autores.
El agua puede provocar zanjas en la superficie del suelo afectando sobre todo a los terrenos áridos de la región mediterránea. Un equipo de la Universidad de Córdoba ha analizado los efectos de la precipitación y la cubierta vegetal para predecir la aparición de las llamadas cárcavas, que se están convirtiendo en una de las principales preocupaciones de los agricultores.
Un investigación realizada en Cataluña analiza por primera vez la exposición residencial continuada de niños y niñas a espacios naturales. Los resultados muestran que aquellos con mayor contacto con espacios verdes alrededor de sus viviendas presentaban mejores resultados en las pruebas de capacidad de la atención.
La región amazónica alberga 14.003 especies de plantas. Así lo revela un nuevo estudio, realizado por un equipo internacional de científicos en el que participa una investigadora del Real Jardín Botánico-CSIC, y que proporciona una base sólida para futuras investigaciones sobre la ecología, evolución y conservación de la biota de una de las regiones más ricas en biodiversidad de la Tierra.
Un mes después del incendio en el Parque Natural de Doñana en Huelva, la organización SEO/BirdLife revela en un informe que la pérdida de biodiversidad ha afectado a los 38 mamíferos característicos del parque como el lince ibérico, y a más de 70 especies de aves como el águila imperial ibérica. Además, se han visto afectadas 40 clases de plantas, algunas cuya supervivencia se ve gravemente amenazada tras el incendio.
Al recubrir los huecos de las canteras de las que se extrae el mármol con sus propios residuos renacen plantas con las que se mejora el impacto visual de la zona. Así lo revelan investigadores de la Universidad de Almería que han conseguido que en las explotaciones mineras de Macael y algunas parcelas de Aznalcóllar afectadas por el vertido de tóxicos de hace casi 20 años vuelvan a crecer distintas especies vegetales.