Según el Parlamento Europeo, la exposición a campos electromagnéticos ha aumentado un billón de veces desde 1950 con el creciente uso de los teléfonos móviles, sistemas wifi y wimax, y otros aparatos electrónicos sin cables que se usan muy cerca del cuerpo humano. Estas ondas forman parte de nuestra vida cotidiana, pero ¿cómo nos preocupa la exposición continua a este tipo de radiaciones?