La cercana galaxia NGC1277 se formó en los albores del cosmos, cuando el universo tenía dos mil millones de años, y ha permanecido inalterada desde entonces, por lo que constituye una ventana única al universo primitivo. Así lo revela un estudio de astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que han detectado que el número de estrellas nuevas que se formaban en las galaxias masivas en aquel tiempo era mil veces mayor que el que ‘nacen’ ahora en la Vía Láctea
Titán, la mayor luna de Saturno. / NASA
En la imagen, ISON –o lo que queda del cometa– aparece como una mancha blanca dirigiéndose hacia arriba y alejándose del Sol. / ESA/NASA/SOHO/GSFC
Fotograma del acercamiento de ISON al Sol captado por la misión STEREO. / NASA-STEREO
El próximo jueves 28 de noviembre el cometa ISON alcanzará su perihelio, es decir, su máximo acercamiento al Sol. Hasta entonces, astrónomos de todo el mundo están pendientes del objeto para conocer su evolución y si sobrevivirá al calor y gravedad solar. El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha preparado un operativo que registrará la suerte que pueda correr ISON.
Investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han comprobado que dos estrellas se aproximan a los agujeros negros que orbitan de forma más rápida de lo que predice el modelo estándar de la física. El estudiose publica esta semana en las Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.