Pere Lluís Cabot Julià (Mataró, 1956), catedrático del Departamento de Química Física, es decano de la Facultad de Química desde el año 2008. Se licenció en Química en 1979 en la Universidad de Barcelona, donde también llevó a cabo el doctorado. Tras iniciar su actividad investigadora en el campo de la electroquímica del aluminio, actualmente trabaja en la caracterización y el desarrollo de catalizadores para pilas de combustible, y en el desarrollo de procesos electroquímicos de oxidación con aplicaciones medioambientales, principalmente para eliminación de contaminantes en medios acuáticos.
Las partículas metálicas del humo que emiten los fuegos artificiales suponen un riesgo para la salud, sobre todo para personas asmáticas. Así lo refleja un estudio liderado por investigadores de Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) que hoy publica la revista científica Journal of Hazardous Materials.
La química María Felisa Laresgoiti ha comprobado las posibilidades de la pirólisis (descomposición de un compuesto por acción del calor y sin oxígeno) para recuperar parte del gasto energético y material de la fabricación de neumáticos, así como para solucionar el problema de su eliminación. Con esté método se pueden descomponer los neumáticos y reutilizar sus componentes. Los resultados los acaba de presentar en una tésis en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
La percepción del mundo que nos rodea se lleva a cabo a través de unas ventanas de comunicación y traducción que llamamos sentidos. Detrás de los sentidos están los mecanismos cerebrales de interpretación y del otro lado están esas cualidades de la naturaleza que identificamos como "propiedades biofísicoquímicas", indicadores que se encargan de conformar selectiva o interactivamente la excitación de las antenas terminales de nuestros sentidos. La llamada 'difusividad molecular' es una de ellas.
Desde que se producen los alimentos hasta que el cuerpo humano los excreta, se emiten alrededor de dos toneladas equivalentes de dióxido de carbono por persona y año, lo que representa más de un 20% de todas las emisiones anuales. Así lo refleja un estudio de la Universidad de Almería que confirma por primera vez la contribución de los excrementos humanos a la contaminación de las aguas, sobre todo por el aporte de nitrógeno y fósforo.
El grupo de investigación de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla TEBRO (Técnicas de la escultura en bronce), a través del proyecto de Excelencia Colada automática de procedimiento eutéctico en la fundición artística, ha diseñado y construido un nuevo procedimiento para mejorar la fundición de piezas escultóricas de pequeño y mediano formato.
Un equipo de investigadores de la Estación Experimental del Zaidín (CSIC) ha confirmado que las proteínas ‘Vcx1p’ y ‘Vnx1p’ facilitan el transporte de sodio y potasio en las células de las levaduras, que realizan esta operación de una forma similar a las plantas. El trabajo puede ayudar a diseñar estrategias para que los cultivos toleren mejor la salinidad.
Tendemos a pensar que la investigación científica más puntera de Cataluña se realiza en Barcelona. Pero abusamos de ese centralismo y nos olvidamos de otras provincias, como Girona, que tiene mucho que enseñar en materia de ciencia. Trece periodistas científicos de diferentes países europeos lo han comprobado esta semana en el 'Studty Trip', un intenso recorrido que resumimos en esta crónica.
El Instituto de Química Teórica y Computacional de la Universidad de Barcelona (IQTCUB) ha ampliado su centro de procesamiento de datos y ha puesto al alcance de sus investigadores un nuevo recurso de cálculo de altas prestaciones, que permitirá duplicar la potencia de cálculo actual del centro. Esta ampliación permitirá a los investigadores continuar con una investigación de calidad y competitiva a escala internacional.
Científicos británicos y españoles han analizado por primera vez el contenido de plata disuelta en aguas costeras de Europa. Los resultados confirman que los vertidos de aguas residuales elevan la concentración de este metal, uno de los más tóxicos para los microorganismos e invertebrados marinos. De las zonas estudiadas, la costa de A Coruña es la que presenta los niveles de plata más elevados.