Un equipo de astrónomos y astrónomas ha identificado un enorme 'crecimiento acelerado' en un planeta de este tipo. A diferencia de otros de nuestro Sistema Solar, estos objetos no orbitan estrellas, sino que flotan libremente por sí solos.
Un estudio químico de rocas de ambas caras del satélite muestra que la lava de la que proceden se solidificó a diferentes temperaturas. Los investigadores creen que podría deberse a la menor concentración de elementos radiactivos en la cara oculta, que generan calor al desintegrarse.
Esta misión de la NASA, que podría partir en febrero del 2026, será clave para preparar el regreso del ser humano a la superficie lunar. Los astronautas ya han completado la fase crítica de entrenamiento y se disponen a validar tecnologías esenciales para futuras expediciones.
La agencia estadounidense envió este miércoles desde Florida las tres misiones, cuyo objetivo es mapear la heliosfera y tener más información sobre los vientos solares que pueden afectar a la red eléctrica y las telecomunicaciones.
¿Podrá aterrizar Hayabusa2? Un equipo de astrónomos y astrónomas ha utilizado observatorios de todo el mundo, incluido el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (VLT de ESO), para estudiar el asteroide 1998 KY26, revelando que es casi tres veces más pequeño y gira mucho más rápido de lo que se pensaba.
El 14 de septiembre de 2015, los detectores LIGO captaron por primera vez una señal inequívoca de ondas gravitacionales. Aquella observación abrió una nueva ventana al cosmos y dio inicio a una disciplina que ha transformado nuestra manera de explorar el cosmos.
Un análisis publicado en Nature describe cómo una roca recogida en 2024 en el cráter Jezero contiene compuestos químicos y patrones minerales que podrían estar vinculados a antiguos microbios marcianos. Los autores advierten de que aún es necesario confirmar si estas señales corresponden realmente a vida.
Una nueva señal de ondas gravitacionales ha permitido comprobar con precisión teorías clave sobre la masa, el giro y la evolución de los agujeros negros. El análisis del eco final tras la colisión confirma predicciones fundamentales de la relatividad general y la termodinámica.
El evento, bautizado GRB 250702B, se prolongó durante casi un día y emitió varias ráfagas, algo inédito en medio siglo de observaciones de este tipo de explosiones cósmicas.
La imagen, observada por el telescopio espacial James Webb, muestra cómo las estrellas jóvenes y masivas moldean su entorno en la Nebulosa de la Langosta, a unos 5 500 años luz de la Tierra.