El oso pardo es una especie emblemática de Europa que requiere proteger todo su ecosistema. Más de 20 años de investigación muestran que algunas poblaciones no hibernan, que los ejemplares del sur comen más plantas y que los de Finlandia alcanzan mayor tamaño. Estas diferencias ayudan a diseñar planes de conservación más efectivos y aplicables a otras especies.
Científicos españoles han identificado una vocalización similar en más de 20 especies de aves de todo el mundo. Los resultados cuestionan la tradicional división entre la comunicación animal y el lenguaje humano.