Hermann Bujard fue del 2007 al 2009 el director de la European Molecular Biology Organization (EMBO), que comenzó hace 45 años con 13 estados miembros y ahora tiene 27. Bujard ha trabajado tanto en el ámbito académico como en la industria, habiendo sido director científico de Hoffmann-La Roche. Actualmente trabaja sobre la malaria y visitó el PRBB, donde nos explicó su visión de la ciencia.
¿Cuál es el papel de la EMBO?
EMBO ha jugado un papel importante en el desarrollo de las ciencias de la vida modernas en Europa. Identificamos y apoyamos becarios postdoctorales y jóvenes líderes de grupo alrededor del mundo, organizamos reuniones y publicamos algunas revistas. Tenemos un presupuesto anual de sólo 16 millones de €, pero ofrecemos calidad y apoyo a las personas. Hemos creado una red de excelencia en toda Europa: si nos fijamos en el CV de cualquier científico de alta calidad en Europa, en algún período de su carrera han participado con EMBO. Y esta red lleva a muchas colaboraciones transfronterizas.
¿Cuál es la situación en lo que concierne a las investigadoras?
Es un difícil problema desde hace mucho tiempo. Más del 50% de los estudiantes son mujeres, pero las que llegan un alto nivel sólo ocupan el 15% de los cargos. En el campo de la investigación el proceso de selección no siempre favorece a los más buenos y originales, no sólo mujeres, sino también hombres. La competencia es muy dura, y cuando consigues tener una posición relativamente buena, hacia los 37 años, y posiblemente deseas formar una familia, te encuentras que tienes un trabajo inseguro y con un salario bajo, además de la presión para publicar. Muchas mujeres que serían científicos muy capaces, simplemente no quieren tomar ese camino. Y tenemos que pensar si podemos permitirnos el lujo de perder el 50% de las mentes creativas.
¿Cuál es la solución?
Creo que debería valorarse toda la carrera de una persona y no sólo sus publicaciones. Tal y como se hace ahora, se selecciona gente que publica mucho, pero sobre investigaciones principales. Hay investigadores que piensan de un modo muy original y probablemente publican solamente cada dos años, pero cada artículo es una aportación seminal. Y, sin embargo, se selecciona en su contra. Estamos demasiado orientados al éxito a corto plazo. En su lugar, deberíamos pedir a los candidatos cuatro de sus mejores trabajos, leerlos y decidir si la persona tiene buenas ideas.
¿Qué ha cambiado en la ciencia europea en los últimos 15 años?
España es mi país favorito para ejemplificar el cambio. Hace 15 años la gente de España sólo solicitaba becas para irse, mientras que la gente hoy en día piden venir a los nuevos centros de excelencia en Madrid o Barcelona, y no sólo españoles, también gente del Reino Unido o Estados Unidos. Y esto es un éxito estructural: científicos muy valorados han introducido una masa crítica de personas que trabajan juntas en un entorno departamental muy bueno para grupos reducidos, jóvenes e independientes.
Por ejemplo, lo que han establecido aquí en el PRBB está muy cerca de cómo deben funcionar las cosas. Los fundadores del parque han creado un espíritu que se puede ver en el comportamiento de las personas. Cuando seleccionas líderes de grupo excelentes, consigues buenos postdocs. No son tímidos, son comunicativos y abiertos a la discusión. Creo que esta atmósfera existe aquí.