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Entrevista: Tomás Toranzo, Vicepresidente de la SEMES

“Los servicios de urgencia son un elemento clave para captar a todos los posibles donantes”

Médico de Urgencias del Hospital Virgen de la Concha en Zamora, Tomás Toranzo ocupa desde 2005 la vicepresidencia de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES). Con motivo de la asistencia al curso internacional ‘Plan 40. Benchmarking en el proceso de donación’, organizado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) el pasado octubre, Toranzo habla con SINC de las últimas iniciativas para fomentar la donación en España.

Foto: Tomás Toranzo.

El objetivo del Ministerio de Sanidad es llegar a los 40 donantes por millón de población, ¿cómo lo ve?

En estos momentos, el médico de urgencias es clave para conseguir que los altos niveles de donación de España lleguen a los objetivos planteados, es decir, que aumenten un 20% las donaciones para llegar a las 40 donaciones por millón de población (pmp).

¿Cuál es el papel del médico de urgencias en la donación de órganos?

El servicio de urgencias de un hospital es un sitio estratégico por el que pasa un gran número de pacientes que pueden cumplir los requisitos de donación. Por ello, los servicios de urgencia y sus profesionales son un elemento clave para captar a todos los posibles donantes, aunque son necesarios ciertos cambios que mejoren su calidad y alcancen los máximos rendimientos, tanto para los pacientes de urgencias como para los que están pendientes de un órgano.

La medicina de urgencia es una de las claves del Plan Estratégico de Sanidad, que busca "seguir el ejemplo de los mejores" centros en donación, ¿hay precedentes en otros países?

El modelo español es el más vanguardista y el que más donaciones obtiene. En otros países también se detectan donantes en urgencias, pero no se localizan dentro de un plan organizado para obtener el máximo rendimiento de estos servicios en número de donaciones. Para que esto sea así hace falta poner los servicios de urgencia en condiciones. Es bueno contar con un organismo proactivo para la donación, aunque para cualquier cosa hacen falta recursos, tiempo, e implicación. Pero hoy en día, con los profesionales que existen y las enormes cargas de trabajo que soportan, la saturación de los servicios es evidente. La creación de la especialidad de la medicina de urgencias sería un elemento favorecedor para que estos servicios se impliquen de una forma más activa y tengan mejores resultados.

Desde la medicina de urgencia, ¿cómo se garantiza la máxima atención de las personas enfermas (donante / receptor)?

Los médicos de urgencia no tenemos una relación directa con el receptor, sólo con el donante. Lo fundamental es la detección de los posibles donantes, sabiendo que lo primero es la atención al enfermo, procurándole la mayor seguridad. Por tanto, se trata de detectar a todos los donantes que de otra forma se perderían. El médico de urgencias es el encargado de incluir en el programa de donación a aquellos pacientes que cumplan los requisitos necesarios y una vez que fallen todas las medidas de asistencia.

¿Cómo gestionáis las donaciones en el servicio de urgencias?

Podemos hablar de tres tipos de donaciones: donación de cadáver, donación en asistolia y donación de vivo, que es un mecanismo totalmente distinto donde los médicos de urgencias no participan. En las donaciones de cadáver lo que se pretende es detectar precozmente a todos aquellos pacientes que pueden terminar en lo que se conoce como ‘muerte encefálica’ (cese completo e irreversible de la actividad cerebral), para comprobar con anterioridad si son candidatos a la donación y así poder disminuir el número de negativas familiares y obtener el consentimiento antes del fallecimiento.

La donación en asistolia (cuando un paciente tiene una parada cardíaca y se le mantiene con reanimación hasta que se le puedan extraer los órganos) puede aumentar de forma importante el número de donantes, aunque técnicamente es muy compleja. Por ello, el médico de urgencias es un elemento clave para detectar previamente a estos pacientes y evitar que se pierdan sus donaciones.

Parte de su trabajo es la comunicación de malas noticias…

En los servicios de urgencias la comunicación de malas noticias es una cosa habitual. La muerte por desgracia ocurre de manera inesperada y desde urgencias hay que comunicar eso a los familiares. En el caso de la donación no sería ése el papel fundamental del médico de urgencias, aunque en ocasiones también lo es. Nuestra función principal es atender al enfermo e intentar salvarle la vida: ése el objetivo principal. Lo que pasa es que en ciertos momentos hay pacientes a los que se puede presumir una mala evolución. El médico debe seguir la pista de estos pacientes para tener todo preparado cuando se produzca el fallecimiento.

¿Quién se pone en contacto entonces con los familiares?

La comunicación con los familiares se haría, en este caso, a través del organismo coordinador del hospital de trasplantes, que se encargaría de obtener el consentimiento. Está claro que no es una cosa sencilla, hay que hacerlo con mucha profesionalidad. El médico de urgencia lo puede hacer, pero fundamentalmente se haría por medio del organismo coordinador. El papel en la obtención de órganos o de nuevos donantes se basa en la detección precoz de estos enfermos y en mantenerlo en las condiciones adecuadas para una posible donación. El sistema de donación español funciona estupendamente porque tiene un sistema de coordinación y una estructura adecuada que detecta a muchos donantes, y hace que las negativas familiares sean muy pequeñas.

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Más información:

Infografía relacionada.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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