Estudios recientes revelan que las IAs pueden ser empáticas y útiles, pero también que pueden ‘tener ansiedad’ o contribuir a la soledad de los humanos. Expertos y asociaciones alertan sobre sus limitaciones, riesgos éticos y la necesidad de regulación.
Un estudio en Nature revela que la expansión del nicho ecológico humano en África, hace unos 70 000 años, fue clave para la migración que dio origen a todas las poblaciones no africanas actuales.