La desinformación es un fenómeno global y no exclusivamente asociado a las situaciones de emergencia comunicativa. No obstante, es en estos contextos cuando la información falsa encuentra un caldo de cultivo ideal para viralizarse.
Investigadores del Complexity Science Hub de Viena vinculan el aumento de los lazos sociales cercanos desde 2008 con el crecimiento de la polarización ideológica, un fenómeno que podría amenazar la tolerancia y la democracia.