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Un estudio, que cuenta con participación del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, confirma el origen antropogénico de la fosa de La Chapelle-aux-Saints (Francia), un hecho que avala la capacidad de pensamiento simbólico de las poblaciones neandertales.
El 3 de agosto de 1908, los hermanos Bouyssonie descubrieron un esqueleto casi completo de Neandertal (LCS1) en una fosa cavada en los depósitos del yacimiento Bouffia Bonneval, en La Chapelle-aux-Saints (Francia).
Por primera vez se contemplaba la hipótesis de la posible existencia de enterramientos intencionales y, por lo tanto, la capacidad de pensamiento simbólico en un grupo humano del Pleistoceno superior distinto al de los humanos anatómicamente modernos. Ello modificó drásticamente el enfoque de algunas investigaciones y los arqueólogos comenzaron a buscar evidencias de enterramiento neandertal.
En los cinco años siguientes a este descubrimiento, se hallaron otras nueve supuestas sepulturas, y a día de hoy ya se han registrado cerca de cuarenta casos posibles, algunos de las cuales (Kebara 2 y Shanidar 4/6/8/9) reflejan las prácticas funerarias complejas. Todos estos hallazgos han cambiado profundamente la percepción acerca de los neandertales.
Sin embargo, en las últimas décadas se han levantado numerosas críticas y dudas sobre la capacidad cognitiva de dicha especie para enterrar a sus muertos. Ahora, un nuevo estudio publicado en el Proceedings of the National Academy of Sciences, confirma el origen antropogénico de la fosa de La Chapelle-aux-Saints, con lo cual se avala la capacidad de pensamiento simbólico de las poblaciones neandertales.
Este estudio ha sido realizado por un equipo internacional dirigido por William Rendu del Center for International Research in the Humanities and Social Sciences, Unités Mixtes Internationales 3199, Centre National de la Recherche Scientifique, de la Universidad de Nueva York, y entre muchos otros colaboradores, también ha contado con la participación de Carlotta Tavormina, colaboradora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y estudiante del doctorado de Prehistoria en la Universidad Rovira i Virgili, en Tarragona .
"Este trabajo es una nueva prueba de que los neandertales han sido capaces de desarrollar por sí mismos algunos pensamientos simbólicos complejos. Por lo tanto, los neandertales y los humanos anatómicamente modernos (Homo sapiens) somos muy similares por lo que a este comportamiento se refiere", explica William Rendu desde Nueva York.
Una sepultura intencionada
"Para poder contrastar nuestra hipótesis, tuvimos que caracterizar el contexto arqueológico en que se halla el Bouffia Bonneval”, cuenta el experto. “Así excavamos y analizamos los niveles arqueológicos de una cavidad contemporánea situada a 70 metros de distancia. Todo ello ha supuesto mucho tiempo de dedicación, pero era necesario y los resultados han sido incluso mejores de lo que esperábamos".
El análisis de la fosa es concluyente por lo que respecta a su origen antrópico. El análisis tafonómico de los restos humanos demuestra que el cuerpo fue cubierto rápidamente, para protegerlo de cualquier perturbación post mortem, tales como modificaciones de meteorización o ataques de carnívoros. Estos dos elementos, combinados con la conexión anatómica en que se conservó el esqueleto, sostienen la hipótesis de que se trataba de una sepultura intencionada.
William Rendu ha manifestado: "Una de las cosas más emocionantes para nosotros es que 100 años después del descubrimiento de aquéllos restos, hemos sido capaces de encontrar nuevas pruebas debido a los avances metodológicos, que hemos aplicado a los restos encontrados en 1908. Esto pone de relieve la importancia de la protección del sitio y de la conservación de las colecciones arqueológicas, pues este tipo de patrimonio puede proporcionar datos muy importantes en la actualidad".
El mismo investigador ha querido enmarcar este nuevo hallazgo en la tendencia generada en la última década, gracias a una cantidad creciente de investigaciones que han puesto de relieve el desarrollo en algunas poblaciones de neandertales del pensamiento simbólico complejo, tal como lo demuestran el uso de plumas, las colecciones de conchas peculiares, etc.". “Estamos encantados de contribuir a representar esta nueva imagen de los neandertales", asegura.
Referencia bibliográfica:
William Rendu et al. “Evidence supporting an intentional Neandertal burial at La Chapelle-aux-Saints” PNAS.