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Comprobar la eficacia de la profilaxis preexposición frente al SARS-CoV-2 para evitar nuevas infecciones en el personal sanitario de los hospitales españoles es el objetivo del ensayo clínico promovido por el Ministerio de Sanidad, que evaluará el riesgo de desarrollo de la COVID-19 en 4.000 profesionales de 62 centros.
En la actualidad, la COVID-19 domina todo el escenario político, social y, por supuesto, científico. Uno de los numerosos trabajos que se están llevando a cabo sobre el SARS-CoV-2 está enfocado a la prevención de la infección por parte del personal sanitario.
Se trata del Ensayo Clínico para la Prevención de la Infección por Coranavirus en Sanitarios (EPICOS), un estudio promovido por el Ministerio de Sanidad a través del Plan Nacional sobre el sida. Desde el pasado 15 de abril, en él participan 4.000 profesionales de 62 centros.
La investigación evaluará durante 12 semanas el uso de tenofovir/emtricitabina –medicamento conocido con el nombre comercial de Truvada, utilizado para tratar y prevenir el VIH/sida– como profilaxis preexposición en trabajadores sanitarios en riesgo de infección por el nuevo coronavirus.
Según el Grupo Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIH), el ensayo tratará de mostrar si el uso diario de este fármaco aporta alguna protección frente al SARS-CoV-2. Además, en el estudio se incluye también el uso de hidroxicloroquina, un medicamento que podría tener actividad profiláctica frente al virus.
“Se comprobará si alguno de los fármacos propuestos –hidroxicloroquina, tenofovir o la combinación de ambos– es más eficaz que el placebo en la prevención de la COVID-19 por parte de los profesionales sanitarios”, explica a Sinc Julián Olalla, especialista de medicina interna del Hospital Costa del Sol de Marbella, uno de los centros participantes.
El objetivo principal es conocer el número de voluntarios (médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, técnicos de laboratorio y radiología y celadores) que desarrollan infección sintomática por SARS-CoV-2 confirmada y, también, averiguar la gravedad de la patología y la duración de los síntomas en función del medicamento usado.
Además, el ensayo proporcionará datos de seguridad sobre las terapias, aunque se trata de medicamentos ya en uso para otras patologías. “La hidroxicloroquina se ha utilizado desde hace décadas en enfermedades como la malaria o el lupus, y tenofovir en el tratamiento del VIH. Solo queda por explorar la seguridad de la combinación de ambos, y una de las líneas del estudio EPICOS nos dará datos”, afirma Olalla.
Sobre cuándo esperan tener resultados, el experto subraya que, al ser una intervención relativamente breve en el tiempo, habrá datos en pocos meses: “Los primeros resultados internos se esperan para el 30 de junio, aunque se realizarán análisis mensuales para evaluar la eficacia de cada opción. Los definitivos se conocerán un mes después”.
Los profesionales sanitarios son una de las poblaciones más expuestas al SARS-CoV-2, por lo que resulta necesario dotar al colectivo del mayor número posible de estrategias preventivas.
En España existen diferentes iniciativas de estudios de profilaxis preexposición frente al SARS-CoV-2 en sanitarios, a escala nacional y autonómica, pero ninguna con el tamaño muestral del estudio EPICOS.
“Si se demuestra la eficacia de alguno de los fármacos referidos, surgirá la pregunta de si podemos proteger de la misma forma a otros colectivos vulnerables”, indica Olalla. “Pero este es un camino que ha de ser andado aún”, concluye.
Un alto porcentaje del total de infectados en España por SARS-CoV-2 son profesionales sanitarios. Proyectos como la encuesta CovidEnSalud y Escudo Sanitario, avalados por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), pretenden hacer un mapa real de la situación de estos profesionales y los centros sanitarios más afectados por la pandemia.
La Encuesta sobre la prevalencia de COVID-19 en el entorno sanitario, llamada CovidEnSalud, quiere obtener una instantánea de los sanitarios en España que han estado o están contagiados mediante el empleo de la definición de caso probable y determinar cómo evolucionan para detectar precozmente posibles áreas en peligro.
Otra iniciativa es la herramienta Escudo Sanitario, impulsada por Rubén Pérez-Mañanes, cirujano en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Con el inicio de la pandemia decidió sacar adelante la aplicación móvil hecha para sanitarios en la que notifiquen su estado de salud, si están contagiados, si tienen acceso al material EPI, si están en cuarentena o aislamiento y otras variables como el riesgo y la fatiga.
La intención es contar con un mapa real de la situación de estos profesionales y los centros más afectados por la COVID-19, a través de datos aportados voluntariamente, respetando el anonimato.
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